Roma - El ministro de Economía italiano, Giovanni Tria, advirtió ayer a la ultraderechista Liga, que gobierna el país junto con el Movimiento Cinco Estrellas, de que crear una especie de moneda paralela para pagar la deuda pública en el país es “ilegal e inútil”. “Sería ilegal e inútil que Italia emitiera bonos para pagar a sus proveedores, porque se violarían las reglas de la moneda europea y además sumarían más deuda a la ya existente”, que supera el 132% del producto interior bruto, dijo Tria a los medios en Japón, donde se encuentra para participar en la reunión de los ministros de Finanzas del G20. Tria cerró así la puerta a la hipótesis que defiende la Liga de lanzar unos mini-pagarés que servirían para saldar los pagos atrasados de la Administración pública con sus proveedores.
Serían los llamados mini-bots (por las siglas en italiano de Buoni Ordinari del Tesoro -Bonos Ordinarios del Tesoro-), una especie de pagarés públicos que no se asignarían en subasta del Tesoro con un precio y un rendimiento decididos por el mercado, sino que no tendrían intereses ni vencimiento.
Estos mini-bots serían vales físicos, imprimidos en papel, con un valor monetario reducido (20, 50, 100, 200 euros), circularían en Italia y permitirían a los proveedores cobrarse su deuda y pagar por ejemplo en tiendas, bares o restaurantes. Tria dejó claro que estos mini-bots supondrían en la práctica introducir una moneda paralela al euro, algo prohibido por los tratados de la Unión Europea que regulan la moneda única.
Uno de los mayores defensores de esta idea es el presidente de la comisión de Presupuestos de la Cámara de los Diputados y miembro de la Liga, Claudio Borghi, para quien estos pagarés no serían una moneda secundaria sino “la titularización de créditos ya existentes”.
La Liga está proponiendo en los últimos días la necesidad de estudiar esta alternativa para que Italia liquide sus pagos atrasados, después de que la Cámara de los Diputados la haya apoyado con una moción que no es vinculante.
El ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, subrayó que el Estado tiene que pagar sus deudas con proveedores y ciudadanos y “cómo hacerlo es lo que se está analizando”.
Por su parte, el subsecretario para la presidencia del Gobierno Giancarlo Giorgetti, hombre de confianza de Salvini, dijo ayer que estos pagarés “no son ni la antesala de salir de Europa, ni el euro”, sino “un intento de resolver un problema”.
Por otro lado, cientos de personas homosexuales celebraron ayer en Roma el desfile del orgullo gay y criticaron al ministro del Interior italiano, el ultraderechista Matteo Salvini, por sus comentarios contra estas familias, a la vez que reclamaban mayor tolerancia. De hecho se pudieron oír frases como “odio a la Liga” o ver imágenes de vírgenes aplastando con los pies el rostro del ministro del Interior. - Efe