Praga - El Tribunal Supremo de Eslovaquia anunció este lunes su decisión de no prohibir el ultraderechista y eurófobo Partido Popular Nuestra Eslovaquia (LSNS), rechazando una denuncia de la Fiscalía del Estado que acusaba a esa formación opositora de vulnerar la ley sobre racismo y la Carta Magna. La alta magistratura, en un veredicto que no puede apelarse, estimó que “no hay pruebas” que confirmen la acusación contra LSNS y que únicamente su programa político no es suficiente para definir si viola el orden constitucional. Este partido de origen neonazi, que se ha congratulado del voto a favor del Brexit, aboga porque Eslovaquia abandone la OTAN y califica a los gitanos de “parásitos”, aspira a entrar por primera vez en el Parlamento Europeo en los comicios de mayo.
Actualmente tiene 13 del total de 140 escaños del Consejo Nacional, o parlamento unicameral del país, tras obtener el 8 % de los votos en las legislativas de 2016 y lograr así su primera representación en el hemiciclo. La Fiscalía interpuso en mayo de 2017 una denuncia, entre otras cosas por la postura discriminatoria de la formación que preside Marian Kotleba hacia el colectivo romaní, así como por su ambición de constituir una milicia popular al estilo de las milicias fascistas, y considerar la OTAN una organización criminal.
Kotleba encabezó en el pasado la ilegalizada Slovenská Pospolitost (Comunidad Eslovaca), que organizaba manifestaciones y marchas paramilitares. - Efe