davos/Londres - El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, dijo en Davos que las empresas británicas no están preparadas para el Brexit, ya que pese al esfuerzo llevado a cabo por el sector financiero hay cuestiones relativas a las infraestructuras que no se han abordado todavía.
En opinión de Carney, en realidad las empresas tienen un margen de acción limitado ante lo que se avecina, y las compañías van a experimentar un cambio de paradigma al que tendrán que ajustar “su día a día, sus inventarios, sus cadenas de montaje”. Sin embargo, y en relación con el sector financiero, desde el día siguiente de celebrarse el referéndum el Banco de Inglaterra ha venido preparando a la banca para lo que se avecinaba, y que contaran con suficiente capital para “lidiar” con la nueva situación y ser capaces de dar préstamos. En el Reino Unido, aseguró que los bancos tienen ahora tres veces más capital que antes de la crisis, y su liquidez está garantizada por la institución que él preside.
Aunque el resto de ponentes le presionó para que se pronunciara sobre la posibilidad de un nuevo referéndum sobre el Brexit, Carney eludió hacerlo, y se limitó a indicar que desde el día de la consulta se han cumplido las predicciones que hizo el organismo. Así, la libra se ha depreciado, la inflación ha subido, el crecimiento se ha ralentizado y las inversiones permanecen planas.
Sin acuerdos comerciales En ese contexto Londres confía en cerrar “la mayoría” de los tratados comerciales con los que espera sustituir los acuerdos en los que participa a través de la Unión Europea antes del 29 de marzo, fecha prevista para el Brexit, indicó ayer el secretario de Estado de Comercio Internacional, George Hollingbery, aunque a día de hoy no tiene ni uno solo de esos acuerdos firmado.
El Gobierno británico avanzó en 2017 su intención de tener listos antes de la ruptura nuevos tratados que reemplacen los cerca de 40 pactos comerciales que mantiene el bloque comunitario con terceros países. “Creo que la mayoría de ellos estarán listos para el 29 de marzo, continúo pensando que ese es el caso”, afirmó Hollingbery ante el comité del Brexit de la Cámara de los Comunes. “Hay algunos acuerdos que han sido inicializados (sellados con iniciales, un paso previo a la firma formal), hay acuerdos que están cerca de ser inicializados y hay muchos tratos que creemos que estarán firmados en el momento adecuado, aunque ninguno tiene una firma formal todavía”, expuso el secretario de Estado.
El diario Financial Times reveló la semana pasada que el Reino Unido no ha cerrado todavía ninguno de los tratados que esperaba tener listos antes de su ruptura con la UE y citó a fuentes internas del Gobierno que consideran que “ninguno estará listo para marzo”.
Al responder a preguntas de la oposición laborista, Hollingbery rehusó ofrecer más detalles sobre el estado de las negociaciones de esos pactos por tratarse de “conversaciones confidenciales”.
Sin apoyo sindical Pero los temores no sólo llegan de las empresas, la líder de la confederación británica de sindicatos TUC, Frances O’Grady, lamentó ayer, tras reunirse con la primera ministra británica, Theresa May, que no había recibido “las garantías que esperaba” respecto a los derechos de los trabajadores de cara al Brexit o salida del Reino Unido de la UE.
May recibió ayer en su residencia oficial de Downing Street a O’Grady y a otros sindicalistas, en un intento de recabar apoyos para sus planes de salida de la Unión Europea.
La secretaria general de TUC instó a la jefa de Gobierno a que quite de la mesa la posibilidad de una ruptura no negociada, lo mismo que le exige el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn.
Corbyn ha rehusado reunirse con May hasta que no deseche ese supuesto, que se haría realidad automáticamente el próximo 29 de marzo si no se ha llegado a un nuevo acuerdo o se ha extendido el artículo 50 del Tratado de Lisboa. “Tenemos a una primera ministra en un contrato temporal; no puede atar las manos de un futuro primer ministro”, señaló O’Grady, al tiempo que opinó que se necesita “más tiempo” para “mantener conversaciones”.
May “debería hacer lo correcto y quitar de la mesa la posibilidad de una salida sin acuerdo”, insistió la líder sindical, que pidió a la mandataria “dejar de jugar con los chicos malos del final de la clase” y empezar a “escuchar”.
La jefa del Gobierno se reunió también con los dirigentes de Unite -el mayor sindicato del Reino Unido-, Len McCluskey; Unison, Dave Prentis, y GMB, Tim Roache. - Efe