Londres - La Comisión Europea (CE) presentó ayer una estrategia de acción con catorce medidas para proteger a los sectores que sufrirían más ante un posible Brexit sin acuerdo, como aduanas, servicios financieros o transporte aéreo, un plan que “en ningún caso” equivaldría a los beneficios de permanecer en la UE. En un comunicado, Bruselas señaló ayer que las medidas planteadas aliviarán el impacto general de una falta de acuerdo sobre el Brexit, sino que están “limitadas a áreas específicas donde es absolutamente necesario proteger los intereses vitales de la UE”.
El escenario del Brexit sin acuerdo, que supondría que el Reino Unido queda completamente desvinculado de las estructuras comunitarias a partir del 29 de marzo de 2019, causaría disrupciones en sectores en los que las regulaciones de ambas partes están fuertemente vinculadas y para las cuales los planes de preparación que se están elaborando no son suficientes.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aseguró ayer que un Brexit sin acuerdo sería “una catástrofe absoluta” y señaló que, a 100 días del 29 de marzo que marcará la fecha de salida del Reino Unido de la UE, “los riesgos que amenazan a la UE son evidentes”. “Por eso, la Comisión trabaja para que no haya una salida desordenada. Pero para que eso funcione debemos ser dos. Para bailar hay que ser dos”, concluyó Juncker en una breve rueda de prensa a propósito de un encuentro con el presidente de Grecia, Prokopios Pavlopoulos.
El acuerdo de ayer recoge disposiciones en el área de los derechos de los ciudadanos, en el que la CE insta a los Estados miembros a abordar de manera “generosa” el asunto siempre que el Reino Unido haga lo mismo. Además, propone que se asegure que los ciudadanos británicos viviendo legalmente en un país europeo a fecha de 29 de marzo sigan manteniendo su estatus y mayores garantías para los derechos adquiridos por los ciudadanos que trabajado en otro país de la UE, en concreto respecto a las prestaciones de la Seguridad Social.
En el capítulo de servicios financieros, la CE propone una equivalencia “temporal y condicional” durante doce meses para asegurar que no hay disrupciones inmediatas para las casas de contrapartida central y durante 24 meses para los servicios centrales de depositarios para operadores europeos que usan en la actualidad. operadores británicos. Para el transporte aéreo, Bruselas propone una regulación para garantizar durante doce meses la provisión de “ciertos servicios aéreos” entre la UE y el Reino Unido, y para extender nueve meses la validez de ciertas licencias de seguridad en aviación.
Las medidas, señala la Comisión, “evitarán la interrupción completa del tráfico aéreo entre la UE y el Reino Unido en el caso de que no haya acuerdo”. En cuanto a las aduanas, la CE adoptó ayer una propuesta de reglamento para añadir el Reino Unido a la lista de países para los que una autorización general de exportación de productos de doble uso es válida en toda la UE.
El Peñón Con todo, los servicios comunitarios recordaron que con el divorcio, el derecho comunitario no solo dejará de aplicarse en Reino Unido, sino también en Gibraltar, por lo que las medidas de contingencia “no se aplicarán en Gibraltar”. La Unión Europea aplica las disposiciones de sus Tratados en el Peñón en la medida en que lo considera un “territorio europeo cuyas relaciones exteriores son asumidas por un Estado miembro”, por lo que con la salida de Reino Unido ya no estará bajo el paraguas de un Estado miembro y no se le aplicarán los Tratados.
La Unión Europea y Reino Unido han negociado un Tratado de Retirada con el que se pretende garantizar un divorcio ordenado, pero para que sea efectivo es necesario que sea ratificado por los Parlamentos europeo y británico. La Cámara de los Comunes votará el texto jurídico en la semana del 14 de enero, según anunció la primera ministra británica, Theresa May, que ya ha aplazado una vez la votación por temor a que los diputados tumben el pacto y se produzca un Brexit caótico. - Efe/E.P.