dublín - Las elecciones presidenciales y el referéndum sobre la abolición del delito de blasfemia que se celebraron ayer en Irlanda transcurrieron con una baja participación del electorado, según informaban los responsables de los centros de votación.

A media jornada, la afluencia a las urnas era bastante menor (por debajo del 20%) que la registrada en los comicios de 2011, cuando el actual presidente y aspirante a la reelección, Michael D. Higgins, accedió a este cargo, principalmente representativo. Higgins, un veterano dirigente laborista, de 77 años, era el gran favorito para obtener un segundo mandato, después de que la última encuesta le otorgara un apoyo del 68 %, una situación sin precedentes en este país que constata, además, su enorme popularidad.

Respecto al referéndum, que saldría adelante con mayoría simple, el respaldo del electorado a la eliminación de un artículo de la Constitución que ilegaliza la blasfemia no es tan rotundo, y el último sondeo lo situaba en el 51%, frente al 19% que lo rechazaba y el 25% que seguía indeciso. Todos los partidos políticos y grupos sociales de diversa índole, así como las iglesias Protestante y Católica, habían pedido el sí a su despenalización, lo que sentó las bases de una campaña casi invisible, ante la ausencia de bandos enfrentados.

En este contexto, los expertos opinaban que la participación en las presidenciales no llegaría al 56% de hace siete años, ni al 64% registrado en el referéndum sobre la legalización del aborto celebrado el pasado mayo. No obstante, también recordaron que la afluencia a las urnas repuntaría significativamente a última hora, con el fin de la jornada laboral.

El recuento de votos emitidos en ambas citas comenzará hoy a las 08.00 GMT y los primeros resultados podrían conocerse a mediodía. Mientras muy pocos dudan de que Higgins superará cómodamente a los otros rivales, la única opción de sorpresa es una victoria de los partidarios de mantener el delito la blasfemia, cuyo principal argumento es que la celebración de un referéndum es innecesaria y costosa, pues nadie ha sido procesado al respecto desde 1855. - Efe