génova - La ciudad italiana de Génova despidió ayer a 19 de las víctimas del derrumbe de un viaducto con un funeral de Estado en el que se pidió justicia, mientras que las familias de otros 19 fallecidos prefirieron una ceremonia privada. Durante la noche, los bomberos encontraron entre los bloques de cemento otras tres personas en el interior de su vehículo, una pareja y su hija de 9 años por lo que el balance del desplome del puente asciende a al menos 43 víctimas.
Al funeral, celebrado en uno de los pabellones del recinto ferial de la ciudad, acudió el presidente de la República, Sergio Mattarella; el primer ministro, Giuseppe Conte, los vicepresidentes Luigi di Maio y Matteo Salvini y otros representantes del Gobierno. En el pabellón, cubiertos por coronas de rosas blancas, se habían depositado los féretros de 19 de las víctimas, entre ellos el ataúd blanco del niño de 8 años que falleció junto a sus padres.
Sobre algunos de los féretros se depositaron las banderas de los países de origen de las víctimas, ya que en el siniestro además de italianos murieron cuatro jóvenes franceses, dos albaneses, tres chilenos, un peruano y un colombiano.
Al lado de los ataúdes se encontraban los familiares que recibieron las palabras de consuelo de Mattarella, y también estuvieron presentes para manifestar su cercanía los jugadores de fútbol de los dos equipos de la ciudad, el Génova y el Sampdoria. Con un fuerte aplauso recibieron las cerca 5.000 personas que se congregaron a algunos de los miembros de los equipos de rescate. - Efe