Viena - Un joven afgano que pidió asilo en Austria, aduciendo su condición de homosexual, ha recibido una respuesta negativa de una oficina de Viena, con la justificación de que “no parece gay”, informó ayer la revista austríaca Falter. Las detalladas descripciones del aspecto “no suficientemente gay” del solicitante de asilo, un afgano de 18 años que llegó a Austria solo cuando era menor de edad, han causado sorpresa y titulares irónicos tanto en la prensa austríaca como en la alemana.
“La manera de caminar de usted, su actitud y su forma de vestir no dejan entrever en absoluto que usted pueda ser homosexual. Al no serlo, usted no tiene nada que temer si regresa a Afganistán”, asevera el informe negativo remitido al solicitante. Otro de los “indicios” aducidos por los funcionarios es que el joven ha tenido peleas con otros chicos, es decir que “tiene un potencial de agresión que no cabe esperar en un homosexual”.
A esto se añade que el solicitante “tiene pocos amigos” y gusta de salir solo o en grupos pequeños, cuando en la opinión de los evaluadores, “los homosexuales son más bien gregarios”. Finalmente, los funcionarios no creen al joven cuando asegura en el informe que ha besado a chicos que no eran gays, porque si fuera cierto “habría recibido una tremenda paliza”.
La decisión de la oficina vienesa no es firme y el solicitante la ha recurrido, señala la revista citada. También en Holanda, asociaciones de defensa de gays y lesbianas han denunciado decenas de casos en los que los funcionarios han rechazado solicitudes de asilo porque los y las solicitantes no les parecían “lo suficientemente gay”.
Este suceso se suma a una crisis de migrantes y refugiados que enfrenta a los Estados miembro de la Unión Europea y que en la actualidad está especialmente centrada en el caso del Aquarius, el barco de la ONG SOS Méditerranée y Médicos sin Fronteras (MSF) que zarpó ayer de Malta tras desembarcar a 141 inmigrantes. Mientras tanto, un buque italiano espera con otros 177 a que le asignen puerto, en un nuevo pulso entre las autoridades maltesas e italianas. - Efe