En lo profundo de uno de los frondosos bosques vizcainos de Euskadi, cabañas de madera se erigen como refugios en los árboles. Lo que comenzó como una ilusión se ha convertido, tras años de esfuerzo, en una realidad que cuenta cada día con más adeptos. Es por esto que Zuhaitz Etxeak, en Zeanuri, ofrece un auténtico refugio entre las ramas de majestuosos árboles. Sumergidas en la tranquilidad del bosque, están diseñadas para mimetizarse perfectamente con la naturaleza que las rodea. Cada una tiene su propio nombre y personalidad, pero todas comparten el mismo espíritu de aventura. Con terrazas que rodean el tronco del árbol, eje central de estas estructuras, se tratan de verdaderos nidos a tamaño humano. Un lugar donde soñar como adultos y revivir esos sueños infantiles de tener una casa en un árbol.

Los huéspedes acceden a las cabañas a través de puentes colgantes y escaleras de madera. Estos edificios, construidos con maderas naturales no tratadas, pueden albergar a parejas o familias. El diseño de cada uno garantiza aislamiento térmico y confort, siempre en armonía con el entorno. En todas las cabañas los baños son secos y respetuosos con el medioambiente, garantizando un impacto mínimo en la naturaleza. Algunas de ellas están equipadas con agua corriente o electricidad, mientras que otras se centran en ofrecer una experiencia más rústica. Aun así, todas disponen de calefacción, linternas y agua potable para sus visitantes.

Curiosidades

Aparte de sus cabañas y sus carros cíngaros, Zuhaitz Etxeak ofrece un spa ecológico de uso privado en el jardín del caserío compuesto por una bañera redonda de madera (calentada con leña a 38º) y una sauna finlandesa de alta calidad. Ambas están construidas con madera no tratada y se calientan únicamente con leña. Otra de sus mejores sorpresas se trata de un desayuno que se eleva cada mañana en una cesta hasta las terrazas. Incluye café o té recién hecho, bocadillo o croissants y zumo natural. Sin duda, una forma perfecta de empezar el día.


Un lugar para desconectar y reencontrarse con la naturaleza

Una de las principales razones para visitar este rincón se basa en la sensación de libertad e intimidad que ofrece. Rodeado por los sonidos del bosque, el canto de los pájaros y el susurro de las ramas, es inevitable sentirse envuelto en un ambiente sereno. Este es ideal para relajarse y desconectar en unas cabañas diseñadas para respetar al máximo el entorno rural, ya que ofrecen una experiencia ecológica sin renunciar a la comodidad. 

La recepción tiene lugar en una masía tradicional con un ambiente cálido y acogedor, donde los visitantes pueden disfrutar de servicios adicionales como cenas, duchas, salas de estar con chimenea y zonas de juegos para niños. Es un espacio que combina la comodidad de una casa rural con la aventura de dormir en las alturas. 

En términos generales, Zuhaitz Etxea en su totalidad constituye un proyecto que nació de una profunda conexión con los árboles y la naturaleza, cuya información se encuentra disponible al detalle en www.cabanasenlosarboles.com. Además, y para aquellos que prefieren mantener los pies en tierra, también ofrece la posibilidad de dormir en carros cíngaros coloridos que permiten disfrutar de la belleza del entorno sin ascender a las alturas.

Por lo tanto, nos quedamos con su principal mensaje: es posible disfrutar de la naturaleza mientras se recuperan los valores esenciales, sin tecnología y con gestos ecológicos.