"Luis Zahera es la generosidad personificada"
Tras haber trabajado en varias películas, la actriz madrileña aterriza en una de las plataformas de ‘streaming’ más famosas de la mano de un reparto de actores reconocidos
La actriz Lucía Caraballo (Madrid, 1999) acaba de estrenar en Netflix la serie Animal, donde interpreta a Uxía, dueña de una tienda de mascotas y sobrina de Antón, personaje al que da vida Luis Zahera. También ha trabajado en la película Todos los lados de la cama, secuela de El otro lado de la cama, y en La maleta, dirigida por Carlos Therón.
Acaba de estrenarse la serie Animal en Netflix donde interpreta a Uxía. ¿Cómo le llegó este papel?
Estaba grabando otras series y, de repente, me llegó el casting de un piloto. Era un monólogo de dos páginas. Cogí el móvil, le di a grabar, improvisando muchísimo, y lo envié. A la semana me llamó mi repre y me dijo: “Te han cogido para este piloto”. Me puso muy feliz también saber que el director era Víctor García León, pues soy muy fan de sus trabajos. Grabamos en Galicia. Fue muy divertido. Ha sido como un regalo caído del cielo.
¿Cómo es su personaje?
Uxía es una persona que no sabe lo que vale, que tiene muchísimas ganas de agradar a todo el mundo, de facilitar la vida, es una cuidadora nata. Su mayor obsesión es ser buena persona. Nunca se ha planteado qué quiere ser y se mueve mucho en la supervivencia, sin pensar más allá. Es un ser de luz.
¿Cómo lo preparó?
Fue un proceso largo. Lo primero que hice, al parecernos tanto ella y yo, fue un trabajo de distanciamiento para poder tener más libertad. Cuando un personaje se solapa demasiado con tu personalidad, le permites menos volar y acabas atada a cómo harías tú las cosas. Uxía comete errores que yo no he cometido y tiene aciertos que yo no he tenido. Tienes que dejar que se equivoque en sitios donde tú no lo has hecho, y eso es raro. Así que hice un gran trabajo de distanciamiento. No quiero hacer spoiler de la serie ni del pasado de Uxía, pero tuve que marcar mucho esa separación para darle libertad. Luego vino el acento, que era algo que me daba muchísimo respeto. Me reuní con el productor de la serie y con Víctor (García León) y les dije: “Tengo mucho respeto a este acento, quiero coger un coach”. Y ahí entró Tamar Novas. Me pasó el teléfono de Fede Rey, coach de acento gallego que ha ayudado a muchísimos actores, y me enseñó lo que es una vocal abierta, una vocal pechada, y a partir de ahí fuimos construyéndolo. Después trabajamos el acento particular de Uxía, que no quería que fuera uno genérico, sino el suyo propio, picheleiro, porque es de Santiago, y a los de Santiago se les llama así. Fue un proceso muy bonito.
Uxía es sobrina de Antón, personaje interpretado por el actor Luis Zahera. ¿Ha estado cómoda trabajando con él?
A día de hoy tenemos una relación increíble, le adoro. Es el mejor compañero, muy divertido, y es un animal, nunca mejor dicho, de la interpretación y de la improvisación. Desde el primer momento sentí un respeto suyo hacia mí como actriz. Y hablamos de un actor con su reconocimiento, con su peso en la industria, tan bueno, con tanto talento nato y encima con tantas tablas. Es muy generoso. En cada cosa que hace es la generosidad personificada.
En Perdiendo el juicio (Atresplayer) interpreta a Barbie, una mujer de barrio, cañera y con un pasado duro en un reformatorio. ¿Cómo construyó esa mezcla entre vulnerabilidad y fuerza que la hace tan distinta dentro del bufete donde trabaja?
Ha sido diferente a la manera en la que yo suelo construir el resto de personajes, porque no estaban todos los guiones escritos cuando arrancamos. Ha sido un proceso bastante flexible, tanto para mí como actriz como con los compañeros y los directores. Al ser una serie, hay varios directores, así que no hay una única visión. De repente te llega un guion y piensas: “¿Cómo me hubiera gustado saber esta información antes de empezar?”. Entonces tienes que ser flexible, incorporar datos de tu personaje y de su pasado que no sabías. Ha sido un proceso muy vivo. Además, tengo bastante imaginario de lo que es una chavala de barrio. Vivo en Rivas-Vaciamadrid, la mitad de mis amigas son de Vallecas y mi padre se crió en el centro de Madrid. El resto ha sido un poco supervivencia de serie: te van llegando guiones, grabas todos los días, un director te ve de una manera, otro de otra, y tú intentas mantenerte firme con lo tuyo, pero a la vez tienes que estar abierta a crear sobre la marcha.
Si tuviera que convencer a alguien que todavía no la ha visto. ¿Por qué debería darle una oportunidad?
Es muy divertida. Si te gustan los dramas legales, la tienes que ver por eso. Si te gusta la comedia, la tienes que ver por eso. Y si te gustan los dramas de amor, también la tienes que ver por eso. Hay un montón de razones. Además, está grabada de una manera superdinámica, en la que cada capítulo es una historia cerrada. Todos están unidos por un thriller, porque en realidad todo gira en torno a un asesinato. La serie entera está unida por esa incógnita de quién es el asesino, pero al mismo tiempo cada capítulo funciona de manera independiente. Si te pierdes uno, no pasa nada. Es muy fácil de ver.
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