Este miércoles, Joaquín Sánchez dejó a un lado todo lo relacionado con el mundo artístico para probar suerte en un campo totalmente diferente, la política

El futbolista recibió en su programa a Miguel Ángel Revilla, que le dio algunos consejos, le mostró varios lugares de Cantabria e incluso lo llevó a una granja de vacas, además de darle algunos trucos para enfrentarse a su primer mitin

Además, destacó las buenas cualidades que cree que él tiene, aunque no todos sus colegas de profesión comparten con él, y que en su opinión son la razón por la que la gente le apoya: “Ser honrado, decir siempre la verdad, oír, ver y no meter la manita”, y respondió a la pregunta del presentador, que estaba muy interesado en saber que sería lo que más decepción le causaría si decidiera meterse en política:  “Ver que los que van allí van a defender exclusivamente lo suyo, su chiringuito. No hay manera de ponernos de acuerdo en este país para nada. Que una persona quiera gobernar es legítimo, lo que no es legítimo es a cambio de pactos impresentables, y aún menos alcanzar el poder y meter la mano”, le explicó el cántabro sin dudarlo, e incluso le puso algunos ejemplos que él mismo había vivido

“Yo he estado sentado con cuatro presidentes que o están en el trullo o han estado, y he tenido que comer con ellos. Te hablo de Zaplana, Jaume Matas, el de Madrid... Es que la gente no se conforma con vivir una vida digna. A mí no me falta nada”, aseguró el político.

REVILLA ESTUVO A PUNTO DE DIMITIR POR CULPA DE XAVIER SARDÀ

Sin embargo, de todas las anécdotas que contó Miguel Ángel Revilla durante su paso por ‘Joaquín, el novato’ hubo una que llamó mucho la atención, la ocasión en la que el presidente tuvo “la dimisión en la mano”, por un motivo de lo más sorprendente, el menú de la boda de Felipe y Letizia, un banquete en el que aseguró quedarse con hambre. 

Revilla explicó que el motivo de que se plantease dimitir, no fueron tanto sus declaraciones sobre la comida del enlace, sino que estas llegaron al programa ‘Crónicas Marcianas’ que dedicó una de sus entregas, íntegra, a comentar sus palabras

El político comentó que ese programa había sido visto por seis millones de personas, por lo que al día siguiente recibió una llamada en la que le dijeron: 'Te decía que la TV iba a acabar contigo', por lo que decidió que dimitiría, aunque finalmente hubo un motivo por el que no lo hizo

“Fui a un acto en que me aplaudieron todos felicitándome por ser gente normal, por decir lo que pensaba y le dije a mi mujer que no presentaría la dimisión. Aquello que me había causado tanto sufrimiento acabó dándose la vuelta”, desveló.