David Moreno repite por segunda vez al frente de este espacio, que busca que los más pequeños disfruten a tope y los adultos saquen al niño escondido que llevan dentro. Él está feliz en un programa que le lleva a recordar los juegos que compartía siendo más joven con su familia. Es cantante, actor, presentador y periodista.
¿Cuál es el reto real de su programa?
-El mayor es hacer que las familias jueguen juntas y se diviertan de una forma diferente. La casa de los retos sigue la tónica de la edición anterior, pero hay nuevas pruebas. Estos nuevos retos son más grandes, más divertidos y, sobre todo, más pringosos. Va a haber mucho pringue. Ya hemos comprobado que a los concursantes les gusta mucho mojarse con agua. Hemos introducido juegos que no se pueden hacer en casa.
¿Y hay muchos valientes que se han apuntado a La casa de los retos?
-Un montón, ni te lo imaginas. Este año hemos agotado el número de personas que se han apuntado al casting y ha sido una auténtica locura. Los que hacían la selección estaban desbordados. Eso quiere decir que a la gente le gusta el programa y que quiere participar en él.
¿Quién arriesga más, los niños o los adultos que les acompañan?
-Siempre los niños, pero también he visto a más de un adulto haciendo el loco. Yo digo que para venir a participar en La casa de los retos hay que ser un poco, o un mucho, niño, y ese es mi caso. A veces vienen temerosos y pensando en el lío en el que les ha metido su hijo, pero en los primeros momentos del programa ves cómo se les pasa el miedo y sale el niño interior que llevan dentro.
Vamos, que llevan un Peter Pan en su cuerpo.
-Totalmente. Yo por lo menos, sí. A mí me encantaría participar, pero entonces no presentaría. Recuerdo que con mi familia he jugado mucho cuando era más joven.
Cantante, presentador, actor, periodista... ¿Qué es realmente usted?
-No lo sé. A mí me gusta comunicar y lo intento hacer en muchos aspectos. Se puede contar una historia a través de un personaje, actuando, y también se puede hacer mediante una crónica periodista o comunicando emociones con una canción.
¿Y qué comunica en La casa de los retos?
-Lo bien que me lo paso y lo bien que se lo pasan quienes están conmigo. Es que por un lado concreto también juego y también me mancho. Es un programa que transmite unos valores preciosos, de esos que mejoran las vidas. Jugar en familia siempre es un acierto. Este año, una de las novedades que tenemos es una canción propia del espacio, una canción que he compuesto yo sacando mis dotes de compositor a pasear. Y también la canto yo.
Su último trabajo en el mundo del periodismo fue ser reportero en el programa de Cuatro Todo es mentira.
-Y fue una experiencia genial. Guardo mucho cariño a ese programa. Tiene unos reporteros magníficos y hay un equipo de redacción estupendo al que no se ve, pero ahí está, siempre dispuesto a echar una mano a un reportero en apuros. He estado feliz trabajando con Risto o con Marta Flich.
Risto tiene una imagen de hombre duro, antipático... ¿Es tan fiero el león como lo pintan?
-Risto es una persona excelente, maravillosa. Estuve en Todo es mentira gracias a él. Fue quien me invitó y ¡quién va a decirle que no! Para mí, es un maestro, lo era antes y lo sigue siendo ahora. Me gusta mucho la televisión que hace y me gusta verle en esa faceta mucho más tierna. Desde que Roma (la hija de Risto) ha llegado, su vida, su mirada, se han enternecido mucho. Me gusta verle también en Got talent. Es maravilloso observar cómo se emociona con la música y cómo disfruta.
Con tantas alabanzas seguro que le llama de nuevo.
-Ja, ja, ja... No digo nada que no se merezca. Como compañero es una maravilla, pero es que es un cerebrito y una persona muy inteligente. Me gusta la televisión que hace, porque controla un montón el medio. Sabe perfectamente cómo hay que hacer las cosas y se deja dirigir, algo muy difícil cuando se es tan bueno. ¿Qué te parece?
Lo dicho, que con tanto halago su ego ha debido crecer como la espuma.
-Es que es verdad. Es una pena que a veces no se traspase a través de la pantalla lo genial persona que es.
¿Qué pasa con su faceta musical?
-Que siempre está en mi vida. En estos momentos no siento la necesidad de ponerme a componer y sacar un disco, estoy a otras cosas, pero soy un presentador que canta, que baila, y que si hay que componer, lo hace. La música es una parte esencial en mi vida.