Personal

Edad: 50 años. Nombre real: Roberto Enríquez. Lugar de nacimiento: Madrid. Actividad: Le gusta opinar y lo hace en varios ámbitos. Es un reconocido crítico televisivo, antes implacable y ahora más comprensivo. Desde que se estrenó es uno de los colaboradores del programa de Buenafuente 'Late motiv'. Actualidad: Acaba de grabar 'Maricón perdido', una serie que habla de su vida desde el pasado al presente. Se ha emitido en TNT y ha sido el éxito del verano. A la vez ha reeditado su primera novela, 'Mansos', una historia con una trama de fantasía y unos personajes cercanos a él. Vive desde hace tiempo en Barcelona, ciudad que para él representa el amor.

Mateo es el personaje central del libro 'Mansos', que escribió Bob Pop en 2010, y cree que la historia sigue siendo vigente. En uno de los capítulos de 'Maricón perdido', el cuarto, aparece la historia editorial. Narra la vida de un hombre joven, rico y homosexual que se ha cansado de ser el cliente de un club. Es fantasía, pero el autor reivindica a los personajes como cercanos y próximos a su realidad.

-Acaba de publicar, o mejor, de reeditar, 'Mansos', ¿ha cambiado este libro desde 2010?

No. He corregido algunas tildes que ya no se usan. En la serie, en el cuarto capítulo de Maricón perdido, sí que he cambiado el final de esta historia, pero en el libro he querido respetar lo que era.

-Es un libro que parece tener mucho de personal, de su propia vida.

Sí, bastante. Digamos que la trama argumental es fantasía, pero todo lo demás son reflexiones sobre mi vida. Cuando lo volvía a leer me di cuenta de que todos los personajes seguían siendo mi gente y me seguían representando.

-¿Qué le es más fácil, esconderse tras los personajes de un libro o vivir la realidad de su vida en la serie 'Maricón perdido'?

Escribir una serie es muy fácil, y escribir un libro también, aunque estas dos formas de escritura tienen algo que he descubierto que no me gusta demasiado: la soledad. Todo el mundo trata de entender lo que está en mi cabeza, y hablo de los equipos que han hecho la serie. Entonces te das cuenta de que lo que valoras es la compañía de los demás.

-¿Le gusta que se preocupen por usted?

Eso le gusta a todo el mundo, incluso a aquellos que se niegan a reconocerlo. Cuando la serie se pone en marcha, comienzan las dificultades, pero notas la compañía de los demás. Escribir un libro parece más fácil, pero ya digo que pesa mucho la soledad. Lo que yo realmente soy es escritor. Podría evitar hacer una serie, pero no podría evitar escribir otro libro.

-¿No se ha quitado demasiada ropa personal en la serie y en el libro?

Yo no soy muy impúdico, pero me gusta desnudarme. Una vez que te desnudas, te encuentras muy cómodo y yo no llevo mal esa desnudez. Me parece que forma parte de un privilegio. Durante mucho tiempo, mi generación de personas LGTBI nos hemos ocultado por miedo a no encajar, a que no nos aceptaran, a que nos agredieran...

-¿Cree que han cambiado las cosas para quienes forman parte de este colectivo? Porque las agresiones están siendo muy violentas.

Eso es cierto. Últimamente parece que hay un rebrote de muchos odios, pero también hay un apoyo mayoritario. Poder ser tú mismo y mostrar tu realidad es un privilegio que debemos disfrutar.

-¿A pesar de las terribles informaciones que leemos en los medios de comunicación?

No sé si es un terror que forma parte del progreso. Me voy a explicar. No sé si todo lo que estamos viendo es ahora noticia y no un cambio de actitudes en las personas.

-¿Quiere decir que estas agresiones se daban antes y no salían en los medios como salen ahora?

Exactamente. No sé si esto pasaba ya hace diez años o más en menor o mayor volumen, pero no se contaba. Quizá es mi forma de ver hasta lo más negativo desde un lado positivo. También veo desde el lado positivo que es una forma que tiene un sector muy recalcitrante de la sociedad de rebelarse contra lo que para ellos es una pérdida de privilegios. ¿Qué opinas tú?

-Que es usted muy optimista.

Ojalá mi optimismo naïf sea cierto y lo que estamos viendo sean los últimos estertores, aunque intenten morir matando. Espero que todo esto termine, que esa gente que no entiende la diversidad ...

-¿Desaparezca?

No. Espero que cambie de opinión.

-¿Quién se esconde detrás de Bob Pop?

Pienso que ya no se esconde nadie. Soy lo que veis. Soy más cosas que ya no escondo, pero no tengo tiempo para dobleces o para jugar al escondite. ¿Sabes lo malo que tiene esconderse?

-Dígalo usted.

Que puedes tener la mala suerte de que nadie te encuentre, y yo quiero que me encuentren.

-'Maricón perdido' se ha convertido en una serie de éxito. TNT la ha publicitado como uno de los estrenos más vistos.

Bueno, tampoco quiero decir que esperaba que fuera un fracaso. Antes de su estreno estaba recibiendo una ola muy cariñosa de expectativas positivas, y mi mayor preocupación era no decepcionar. Estoy muy satisfecho. Es algo más que una historia que ves en televisión y luego pasas a otra.

-¿En qué sentido es más?

En comprender una historia con diversidad. Después de ver lo bien que se ha acogido esta historia y lo bien que se ha entendido, lo bien que se ha entrado en ella y lo universal que ha resultado una cosa tan personal, pues estoy entre abrumado, sorprendido y un poco bloqueado.

-¿Bloqueado?

Claro. Estoy bloqueado de cara a saber hacia dónde voy a escribir ahora mismo.

-¿Compensan los sinsabores del pasado los éxitos del presente?

No, nada compensa. Los sufrimientos, los sinsabores, los has pasado, pero esos éxitos, como tú los llamas, hacen que el presente esté muy bien, que sea más que aceptable, y por supuesto, tampoco está exento de sufrimientos, aunque sean de otro tipo.

-Nunca habría imaginado ser el protagonista de una serie, y mucho menos representar ante muchos su propia vida...

No. Imagínate que alguien viene y te propone que escribas una serie sobre tu vida, y es más, que la protagonices. ¿Qué hubieras dicho?

-Seguro que a nadie se le ocurriría tamaña locura.

Eso mismo pensé yo. Y me pregunté: ¿A quién le interesa mi vida? ¡Vaya locura! Así que nunca me imaginé primero la propuesta, y luego el hecho de ser protagonista. Me pareció un disparate. He sentido la responsabilidad de hacer bien mi trabajo. Es lo que más me ha importado siempre, y eso ha estado más allá de que Maricón perdido trate sobre mis recuerdos, mis historias o mis fantasías. Lo importante era contar la historia. En ese sentido estoy muy satisfecho, porque la he contado como la quería contar.

-Cabe una segunda temporada o hemos acabado con 'Maricón perdido'.

Pues no lo sé. Si TNT me dice ven, lo dejo todo. No tengo ninguna duda.

-Parece que ha hecho de la televisión un vicio, que se ha enganchado.

Bendito enganche. Poder contar con libertad quién eres, a dónde quieres ir y cómo lo consigues es un lujo. Si también es un vicio, lo que tú digas: soy un vicioso y no me quiero recuperar.

-¿Qué ha sido lo más difícil?

Todo. Un rodaje es agotador y más cuando vas en silla de ruedas. Ha sido muy cansado, pero a la vez muy satisfactorio. Todo el mundo se ha volcado y me lo ha puesto muy fácil. Los actores y las actrices han sido una auténtica maravilla, y el trabajo con el resto de los equipos ha sido una gozada. Siento que he aprendido un montón. De hecho, si hiciera una segunda temporada me gustaría trabajar con los equipos con los que he hecho la serie y poner en práctica todo lo que he aprendido en este rodaje.

-Hablemos de su libro. ¿Hay muchos Mateos por el mundo?

Creo que hay muchos mansos que aparentan cosas que no son, y mucha gente que todavía no ha asumido lo que significa ser un cliente. Se necesita mucho de cada uno de nosotros para saber dónde estamos y colocarnos en el lugar que nuestro interior indica, te guste o no.

-¿Ha avanzado lo suficiente la sociedad para entender la diversidad sexual?

Antes lo hemos hablado: aún hay gente recalcitrante. Creo que no ha avanzado lo suficiente como para entender toda la diversidad. Pienso que incluso el propio colectivo LGTBIQ+ tiene que aprender mucho de diversidad.

-Por cierto, ¿no son demasiadas siglas?

A mucha gente le parece gracioso ese número de siglas, y a mí me parece que reflejan una diversidad que hay manifestar. Nos queda mucho trabajo por hacer, dentro y fuera del colectivo. Vamos avanzando, pero queda mucho. También hay que entender que la diversidad no es algo exótico. La diversidad, cuando llega a todos los rincones, hace un mundo mejor.

-Conjuga la vida en pasado y presente, pero no lo hace en futuro.

Es que lo veo muy incierto. Como tengo un cuerpo traicionero no sé lo que voy a vivir en el futuro. Quizá por eso me ha divertido hablar del pasado y por eso disfruto tanto del presente. El futuro es algo en lo que nunca pienso, quizá porque soy incapaz, porque tengo un bloqueo de imaginación a la hora de hacerlo.

-Su enfermedad (arterioesclerosis) parece que le está influyendo mucho.

Claro, lo hace todo más incierto, me hace más frágil y me imposibilita saber lo que el cuerpo va a mandar sobre mí.