Gabriele vuelve al pueblo donde pasó los veranos cuando su madre muere. Allí se reencuentra con su padre, con quien no ha hablado desde hace años. Los secretos y las distancias se alzan entre ellos como un muro infranqueable. Así es la historia que cuenta Sandra Barneda y con la que ha conseguido situarse como finalista del premio Planeta. A la vez, sigue al frente de La isla de las tentaciones y presentará las campanadas de Mediaset junto a Christian Gálvez desde Canarias.
Esta ha sido una gira totalmente diferente a la habitual en los premios Planeta. ¿Complicada?
Particular, diría yo. Estamos mezclando presencial con online, pero soy una persona optimista y creo que el contacto con los lectores no va a desaparecer. De alguna manera, creo que ajustaremos algunas cancelaciones y haremos presentaciones en momentos más propicios. Supongo que esta situación tiene sus cosas buenas.
Sí que es positiva... Diga alguna cosas buena.
Que la gente está aprovechando para leer más. Hay quien ha empezado a leer con esta situación y otros, con más tiempo en sus casas, pueden aprovechar para tener más horas de lectura. Se llega a muchos lectores y la tecnología ofrece unas posibilidades increíbles. Quizá pasado el invierno, si esto mejora, podamos tener cierta intensidad de firmas.
Un océano para llegar a ti, ¿es una metáfora?Un océano para llegar a ti
Lo es. Es esa distancia emocional en la que se encuentran padre e hija. Es esa lejanía que van a tener que acortar y ese recorrido que van a tener que hacer hasta poder volverse a mirar a los ojos como se miraban en el pasado. He hecho de cirujana emocional, porque me interesaba escribir con precisión ese viaje que hacen los personajes a través de un suceso trágico como es una pérdida.
¿Son las pérdidas las que nos hacen volver la mirada a seres que hemos dejado en la distancia?
Son las que te hacen evaluar las situaciones y ver cómo hay un camino que no se ha recorrido. Las pérdidas te obligan a reconectar. Es una novela que reconforta, que a pesar de empezar con una pérdida es profundamente optimista y llena de esperanza. Pero quiero aclarar que no es nada edulcorada. Habla de una cotidianidad con la que tenemos que convivir y que son los desencuentros, las deudas pendientes, los alejamientos.
¿Y con los secretos?
También, y con esas verdades que un día decidimos no contar y salen a la luz. Habla de lo torpes que a veces somos en el terreno emocional.
¿Hay algo de usted en la novela?
Diría que lo tiene todo, que sale de mí. Y también diría que no tiene nada porque no hay nada autobiográfico.
Hace televisión, una televisión que le obliga a viajar, como es el programa La isla de las tentaciones
Siempre te las puedes apañar. 2019 fue un año muy tranquilo para mí en lo que a televisión se refiere. Suelo trabajar una vez a la semana, con lo que es fácil organizarse. Parece que estoy todo el día dale que te pego en pantalla y no es así. Ocurre que la televisión llena muchos titulares, pero dispongo de tiempo para las dos cosas.
¿Cree que de cada familia saldría una novela si abriéramos las cajas de Pandora que todos guardamos?
Dependiendo de las familias saldría hasta una trilogía o más. No solo quiero hablar de las familias de sangre, también de las elegidas, esas familias que están compuestas por las personas que te acompañan a lo largo de la vida: amigos, parejas, compañeros de trabajo, etc.
¿Pesan más que los parientes de sangre?
La familia es la base de todo, cualquier tipo de familia, y de ahí parte todo. A partir de un núcleo familiar pueden salir mil y una historias. Si te fijas, el cine o la televisión, y no solo la literatura, también ponen el ojo en las familias, tanto como colectivo como de forma individual. La familia influye mucho en la persona.
Vamos a viajar por el mundo de las relaciones de pareja y a centrarnos en la televisión. La isla de las tentaciones
¿En serio? Es un programa hecho para entretener y me alegra saber que provoca fascinación. No estoy tan segura de por dónde quieres ir, pero puedo decir que he disfrutado haciéndolo.
¿Son de verdad las historias que cuentan esas parejas?
Son absolutamente ciertas. Son fuentes de inspiración para novelas. En este programa, y con las parejas que pasan por él, te das cuenta de lo frágiles que somos en cuanto a nuestras emociones. En el amor somos muy frágiles, y eso nos depara muchas inseguridades. Y luego están también los fantasmas que proyectamos hacia el otro€
Cuesta creer que alguien vaya a un programa a poner a prueba su fidelidad y a arriesgar su relación de pareja ante las cámaras teniendo como tentación a un grupo de desconocidos.
No hay nada guionizado en cuanto a las relaciones, si eso es lo que estás diciendo. Muchas veces tratamos al otro miembro de la pareja con liviandad, no nos damos cuenta en el día a día de lo poco empáticos que podemos ser con el dolor ajeno. Muchas veces nos blindamos emocionalmente para no sentir y no enfrentarnos a nosotros mismos. Esas parejas que van a La isla de las tentaciones quieren arreglar sus problemas y ver con otros ojos la relación.
Y ser famosas, aunque sea por minutos.
Decías que lo que ponen a prueba es su fidelidad, pero yo pienso que lo que ponen a prueba es su amor. En cuanto a lo de ser famosos, pienso que les mueve el reto de demostrar ante las cámaras lo que sienten el uno por el otro. Se trata de ver a tu pareja en unas situaciones insólitas y, sobre todo, ver a tu pareja cuando no está contigo.
Pero la exposición pública es tremenda.
Sí, claro, ese es el precio a pagar por someterte a esta prueba. Y si me vas a preguntar si compensa, diré que no lo sé.
Hay que ser fuerte emocionalmente para soportar lo que opine la gente.
Saben a lo que se exponen, conocen sus entornos y no ignoran que las críticas pueden llegar a los niveles más altos. Pero estas parejas quieren salvar su relación, ver hasta dónde puede llevarles el amor, retar a la confianza y la fidelidad€ Sé que parece complejo de explicar, pero cada una de las personas que participa tiene expectativas diferentes.
¿Tiene algún proyecto más?
Siempre tengo algo entre manos, aunque en este momento mi proyecto es disfrutar de esta promoción. Para mí ha sido un honor poder formar parte de este club selecto de escritores y lectores que es el premio Planeta. Es una gira muy exigente y estoy satisfecha de que sea así, me gusta volcarme en lo que hago. Siempre hay proyectos, otros proyectos, pero ahora quiero que mis lectores viajen y crucen el océano con mi novela.
¿La podría ver trasladada al mundo audiovisual?
Perfectamente, y me encantaría. Sí, veo Candelera, ese maravilloso pueblo de Ávila con una cosmología de personajes cotidianos y reales. Sí que me gustaría ver este thriller emocional en una pantalla. La protagonista de mi libro tiene que decidir si continúa soterrando esos secretos y sigue el océano entre padre e hija, o tira del hilo y crea nuevos vínculos.
¿Qué ve en televisión cuando no está haciéndola?
Depende del día. Soy muy ecléctica y manejo el mando según las necesidades que tenga. La ventaja que tenemos ahora es que podemos elegir a la carta, incluso en las televisiones generalistas. Veo mucha serie y me gustan los documentales políticos y biográficos. Estoy metida en una serie de abogados, Suit, a la que estoy muy enganchada, y acabo de ver un documental maravilloso sobre Chabela Vargas.
¿Le gusta el mundo reality? Porque están bastante denostados...
Pues a mí me entretiene mucho. Sobre lo de denostar el reality, la gente es muy libre de hacer lo que quiera en este sentido. Si no te gusta un reality solo tienes que cambiar de canal. ¿Que quieres criticar estos programas? Por qué no.
Personal
Edad: 45 años (4 de octubre de 1975).
Lugar de nacimiento: Barcelona.
Formación: Es licenciada en Ciencias de la Información.
Trayectoria: Fue compañera de Piqueras en el informativo de Antena 3 de fin de semana. Ha trabajado en distintos formatos: Fábrica de ideas, La séptima silla, De buena ley, La noria, El gran debate, El programa de verano, Hable con ellas, Un tiempo nuevo y La isla de las tentaciones, entre otros. Ha escrito Cómo construir una supeheroína, Reír al viento, La tierra de las mujeres, Hablarán de nosotras y Un océano para llegar a ti.