La vida laboral de Florentino Fernández, antes de que se convirtiera en un conocidísimo humorista, es muy variada. Se puede empezar por su etapa de conductor de autobuses, la profesión que había ejercido su padre y la que más familiar le resultaba. Después llegó la de vigilante de seguridad, y también llegó a ser vendedor en El Corte Inglés. Tiene que agradecer a la insistencia de sus amigos haber llegado a ser uno de los cómicos más famosos del panorama español, ya que fueron ellos los que le convencieron para que se presentara a un casting del nuevo programa de Pepe Navarro, Esta noche cruzamos el Mississippi.
El presentador enseguida vio sus posibilidades y de esa forma se transformó en Lucas Grijánder y en Krispín Klander, bordando el papel de analista afeminado del corazón en un país llamado Chiquitistán. Terminada la etapa de Esta noche cruzamos el Mississippi, en Telecinco, Flo, que es su nombre artístico, siguió a Navarro a Antena 3 con La sonrisa del pelícano. La conexión entre el cordobés y el madrileño era absoluta, pero el programa fue cancelado por la cadena de Atresmedia, Pepe Navarro fue perdiendo su estatus de presentador estrella y a Florentino no le quedó otra que alzar el vuelo sin su cobijo.
En 1998 Telecinco puso en marcha un espacio de humor tras su informativo de la noche que cautivó a los espectadores, El informal. Flo lo copresentó junto a Javier Capitán. Con un buen plantel de colaboradores consiguieron que las audiencias se disparasen. Combinó este programa con otras facetas que le asentaron en el mundo artístico: inició su faceta de doblador y también la de actor. Tuvo su gran momento en 7 vidas, cuando dio vida a Félix durante cerca de 30 capítulos.
La vida laboral en el mundo televisivo comenzó a suponerle éxitos y fracasos, pero siempre ha dicho que él ha estado muy feliz a las duras y a las maduras. Tras El informal, él y su compañero de programa Miki Nadal se embarcaron en un programa de TVE, El show de Flo, y no fue su mejor momento porque la cadena quería audiencias millonarias, cosa que no hubo. Pero su carrera estaba lanzada y se convirtió en uno de los monologuistas de lujo de la primera década de los 2000. Estar en El club de la comedia le sirvió para mantenerse en un mundo en el que cada vez había más competencia.
Antes de quedar fuera de cámara Flo pasó por todas la cadenas con mayor o menor fortuna. Le gusta el teatro en directo y sus más recientes aventuras en el escenario han ido de la mano de Dani Martínez, con el que probó una de sus últimas experiencias televisivas: Dani&Flo en Cuatro. Su misión era derrotar a Zapeando, el éxito de La Sexta, y no tuvo fortuna. Ahora es simple colaborador, o invitado, en programas como MasterChef Celebrity.