Madrid - La Sexta emite a las 22.30 una nueva edición de El jefe infiltrado. Por primera vez, un rostro conocido por millones de personas se infiltrará entre sus trabajadores. El actor y empresario teatral Josema Yuste asumirá el riesgo para comprobar si fuera de escena todos siguen el guion previsto.
Existen empresas diferentes que en lugar de productos crean sueños, momentos mágicos e irrepetibles. Una de ellas es la productora teatral con la que Josema Yuste crea espectáculos. Desde pequeño ya demostraba su amor por el teatro en su casa y después del éxito que tuvo en televisión, decidió convertirse en empresario teatral para seguir su sueño y devolverle al público el cariño de tantos años. Junto a sus socios, cuenta con cuatro teatros y trece obras producidas que han hecho vivir momentos inolvidables a cientos de miles de espectadores. Josema Yuste se convertirá en Tomy del Olmo, un jubilado que se ha apuntado a un falso reality para cumplir su sueño de juventud: montar una compañía teatral. Bajo esta identidad falsa el jefe infiltrado descubrirá lo que se esconde detrás del telón de sus dos teatros de Valencia: el Olympia y el Talia.
Infiltrarse entre sus trabajadores será la actuación más difícil de su carrera y supondrá un reto que no le descubran. Una infiltración que está a punto de fracasar cuando el jefe infiltrado es reconocido por el actor Santiago Urrialde. Durante la semana, trabajará con una jefa de sala que lleva el teatro en la sangre pero que a veces se deja llevar por el estrés, y con un conserje que ha dedicado toda su vida al teatro pero que todo lo deja para después. Se asegurará de que todo está correctamente limpio con una empleada de la limpieza que ahorra en bayetas y que le hará limpiar un retrete por primera vez en su vida. Y también se enfrentará a una función con el regidor, responsable de coordinar a todo el equipo que participa en una obra. Antes de la función, los minutos están contados y todo tiene que ir perfecto para que el telón suba a su hora. El jefe infiltrado vivirá momentos de gran tensión al descubrir que su empleado y las circunstancias han llegado a poner en riesgo la función. - M. Peña