MADRID - El domingo, a las 22.00 horas, el canal Historia y Crimen + Investigación unen fuerzas para resolver el mayor misterio criminal de todos los tiempos. Ambos canales estrenan en exclusiva y de manera simultánea El Destripador, una serie compuesta por ocho episodios en los que se mostrará el afán del abogado californiano Jeff Mudgett en demostrar que su tatarabuelo, Herman H. Mudgett, más conocido como Dr. H. H. Holmes, podría ser en realidad el auténtico Jack El Destripador.
En 1888, un asesino en serie sin identificar, apodado Jack El Destripador, sembró el terror en el barrio londinense de Whitechapel al acabar con la vida de al menos cinco prostitutas. Sobre su enigmática figura se ha generado toda una leyenda negra que perdura hasta nuestros días. Casi 130 años después, el gran misterio sobre su verdadera identidad podría haber llegado a su fin. A sus 40 años, Jeff Mudgett, un abogado californiano, descubrió un horrible secreto familiar: su tatarabuelo era Herman H. Mudgett, considerado el primer asesino en serie de EE. UU., y del que el propio Jeff sospecha que viajó a Inglaterra en la época en la que se cometieron los asesinatos de Jack El Destripador. Como base a esta teoría, el abogado se apoya en los textos de dos diarios que heredó de Holmes, que detallan su participación en el asesinato y mutilación en Londres de aquellas prostitutas. Además, también cree que el hombre que murió ahorcado el 7 de mayo de 1896 no era Holmes, sino un hombre que fue engañado por él para llevarle a la horca en su lugar.
Obsesionado con probar su teoría y averiguar la verdad, Jeff sigue su sangriento rastro de hechos históricos y pistas ocultas que le llevan a siniestros lugares de todo EEUU, como, por ejemplo, los túneles bajo una oficina de correos del sur de Chicago que se erige donde antes lo hacía el castillo de los horrores de Holmes, hotel que sirvió de inspiración a Alfred Hitchcock para su película Psycho. Más que un alojamiento, el asesino lo diseñó para ser una fábrica de la muerte. Está compuesto por una cámara de gas, un cuarto de disección, puertas trampas y un horno en el sótano para destruir cualquier rastro de sus horribles obras. - DNA