MADRID - Se cumplen 30 años de uno de los peores accidentes nucleares de la historia. Ocurrió en Chernóbil, en la actual Ucrania, el sábado 26 de abril de 1986. La explosión del reactor envió una nube de lluvia altamente radiactiva a la atmósfera, que superó un centenar de veces las emisiones de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Por ello, Discovery MAX ha decidido ofrecer hoy, a partir de las 22.30 horas, una programación especial destinada a conocer en qué situación se encuentra la zona tres décadas después de que se produjera este desastre medioambiental que obligó a aislar un área de 30 kilómetros de radio alrededor de la central y que amenazó la vida de millones de personas.

La noche radiactiva de Discovery MAX arranca con el documental Chernóbil 30 años después, que visita la localidad de Prypiat, a 18 kilómetros de la central, el lugar donde se alojaban los trabajadores de Chernóbil y sus familias, para mostrar a los espectadores las dantescas estampas que ofrece esta ciudad fantasma, en la que la naturaleza ha tomado la iniciativa. Como un museo desierto en el que la radiación ha congelado el tiempo, la ciudad esconde conmovedoras escenas que rinden homenaje a los días en los que la vida transcurría tranquilamente en las escuelas, los comercios e, incluso, en un pequeño parque de atracciones local, que ahora sucumbe al empuje del óxido y la vegetación.

Vida tras el desastre A partir de las 23.30 horas, Discovery MAX ofrece el documental La vida después de Chernóbil, que muestra el trabajo de dos científicos a los que se les ha permitido por primera vez el acceso sin restricciones a la zona que rodea a la famosa central nuclear. Rob Nelson, biólogo, y Mary-Ann Ochota, antropóloga, acuden a la zona contaminada para investigar cómo se han visto afectadas por la radiación el medio ambiente y la vida silvestre.

Sometiéndose constantemente a las pruebas necesarias para asegurarse de que la exposición de sus cuerpos a la radiación no alcanza niveles inaceptablemente altos, los dos científicos comprobarán, con sorpresa y asombro, los efectos en la vida animal y vegetal de la explosión del reactor, que causó directamente la muerte de 31 personas y forzó al gobierno de la Unión Soviética a la evacuación repentina de 116.000 civiles, provocando una alarma internacional al detectarse radiactividad en al menos 13 países de Europa central y oriental. A partir de las 00.25 horas, la investigación queda en manos de uno de los rostros más reconocibles de Discovery MAX, Jeremy Wade, que también se desplaza a la zona para comprobar cómo la radiación ha afectado a la vida fluvial de la zona.