Prueba de que el de crítico es un oficio muy duro, es que un domingo por la mañana pocos se paran a ver el programa El defensor del espectador en TVE1, espacio increíble que puso en marcha Elena Sánchez hace seis años y del que tiene que salir porque así lo estipulan los estatutos. Elena ha intentado con poco éxito lavar la cara de este medio en el que las críticas no han conseguido cambiar vicios y acusaciones sobre parcialidad, falsa representatividad y desprecio por la opinión de grupos minoritarios. En la despedida, acudió Sergio Martín quien disculpó todas y cada una de las malas practicas de la Casa durante las elecciones europeas. Sergio es el director del Canal 24 horas, que al fin y a la postre, dio la información ininterrumpida de los resultados mientras el primer canal de TVE estaba de juerga: celebrando la victoria del Madrid en la Champions. Desde luego el resultado no pudo ser peor para ellos ya que fue La Sexta con su amplio tratamiento la que lideró de largo la información y catalizó buena parte de la audiencia. Los datos de esta Oficina del defensor del espectador, el oyente y el internauta de RTVE, que así se llama el organismo de marras, son importantes. Dicen que han atendido 90.000 comunicaciones con todo tipo de quejas y también las sugerencias. Sergio Martín no supo -o no quiso- explicar la dejación histórica de este medio público en un acontecimiento tan decisivo como unas elecciones ni dio razones comprensibles sobre su apuesta por los festejos de una afición de un equipo de fútbol. Se va Elena Sánchez, una profesional que ha hecho de la serenidad un estilo de trabajo. Lástima que en el ejercicio de defender al espectador no se le ponga un poco más de decisión y, si hace falta, también mayores dosis de mala leche.