Bilbao. Lleva una buena racha de pequeños papeles, uno de ellos es el de Lidia Ivanovna, uno de los personajes de la novela de León Tolstoi Anna Karerina y en la que está basada una miniserie homónima que se ha rodado en Lituania. Patricia Vico (Madrid, 1972) está feliz con desarrollar un personaje tan malo y retorcido como el de esta mujer de la aristocracia de San Petersburgo. Pero resalta que hay algo de esa época que no le ha gustado nada, el corsé, una prenda que le parece atroz y que estaba deseando de quitarse. La actriz madrileña también interpreta un pequeño papel en Alatriste, la serie que también graba Telecinco y que está basada en las obras que sobre este personaje ha escrito Arturo Pérez Reverte.
Es usted la mala de la película.
La malísima. No es el personaje que peores cosas hace en la novela y en la miniserie. A los actores no nos gusta hablar de malos y buenos.
En este caso es bastante obvia la maldad de la condesa Lidia Ivanovna.
Es verdad, el personaje no es nada sutil y es fácil ver sus intenciones a la primera. Es una colaboración pequeña pero ha resultado muy intensa, muy gratificante.
Me imagino que el personaje no tiene nada que ver con usted, ¿no?
Ja, ja, ja? Por supuesto que no, supongo que nadie que me conozca lo pone en duda porque yo soy buenísima. La condesa Lidia Ivanovna es una mujer respetada en la alta sociedad de San Petersburgo de la época. Es religiosa y devota, y utiliza la religión para su uso personal, para su propio provecho, ella lo que intenta es demonizar a Anna Karerina delante de su marido porque en el fondo la condesa está enamorada de él.
El amor es ciego y puede ser malvado.
Eso ha demostrado la historia. Esta mujer hace cosas terribles para separar a Anna Karerina de su familia. Mi personaje es de una mujer amargada y bastante malvada.
¿Resulta apasionante hacer un personaje tan extremo y oscuro?
Me lo he pasado muy bien, me ha encantado trabajar en esta miniserie. Me hubiera gustado que fuera más largo mi papel, lo he disfrutado que me he quedado como con ganas. Lo he pesado muy bien en las grabaciones. Se han hecho en Lituania, en una zona que tiene unos palacios espectaculares.
Supongo que han pasado frío.
No sé qué decirte porque he estado en Budapest con la serie Alatriste y también he pasado un frío atroz. En Lituania creo recordar que estábamos como a 10 o 5 grados bajo cero. La nieve es muy importante en Anna Karerina. El nivel de frío era impresionante.
Pero vestida de época se amortiguará esa sensación.
Bueno, como Lidia Ivanovna era muy religiosa, iba un poco más tapadita. Pero otras actrices iban a la moda de la época, mucho escote. Te acostumbras a todo, creo que por debajo de los cero grados ya no notas más frío. Además llevábamos ropa térmica. Los palacios era heladores, ni cuenta el frío que hacía allí dentro.
Vamos, que no merecía la pena ser de la aristocracia rusa en esos tiempos, ¿no?
La alta aristocracia, una mierda. Aunque en descargo de la producción hay que decir que luego te ibas a descansar a un sitio calentito, con tu ropa de siempre y se estaba bien. Hay cosas peores.
Hablemos de 'Alatriste'.
Estoy encantada, hago una colaboración especial. Mi personaje empieza en el capítulo cuatro y para mí, el papel es muy divertido. Doy vida a Teresa, la mujer del secretario real. Es también una falsa, católica, por supuesto. Representa a la sociedad de la época, hipocresía total, y esta es muy ligera de cascos. Hace lo contrario de lo que ella representa, pero iba con los tiempos.
¿Cómo ve la serie?
Creo que hay buenos resultados del producto pero ya se verá cómo sale y qué le parece a la gente. Es bastante fiel a la novela.
¿Había leído las historias de 'El capitán Alatriste'?
Me había leído algún libro.
¿Y 'Anna Karerina'?
Ese, por supuesto que sí.
Dos ficciones de época.
Es que últimamente les ha dado por hacer cosas de época. Alatriste y Anna Karerina son tiempos muy diferentes. Estoy todo el día con ese tipo de trajes a cuestas.
¿Qué tal lo ha llevado?
A medias, en la época de Anna Karerina se llevaba el corsé y es inllevable. A mí me cuesta muchísimo?
El vestuario de época es más complicado, ¿no?
Sí. Es un vestuario que pesa, en verano hace mucho calor y en invierno hace frío, todo es llevadero, pero?
El corsé no es santo de su devoción, ¿no?
¡Cómo va a serlo! Es algo horrible, cuando me lo quitaba era como si volviera a nacer. En Alatriste es más liviana la ropa, nada que ver. Tanto el vestuario de una serie como el de la otra son impecables, hay muy buen trabajo por parte de los profesionales que se han encargado de él.
¿Qué da un vestuario de época al actor?
Ayuda mucho a entrar en un personaje. Es necesario, hay una rigidez que da una expresión corporal al personaje. Hay vestido que me gustan más, de los de época, y otro menos, pero no me los pondría ahora para salir de noche. Sí que te gusta verte con vestidazos de este tipo, espectaculares, aunque sigo diciendo que son incomodísimos.
¿Qué más tiene entre manos?
He hecho también una colaboración en la película sobre el libro de Federico Moccia, Perdona si te llamo amor, se estrenará en primavera. Ahora estoy esperando una respuesta y como siempre, en espera. Quiero que me salga una cosa que me hace especial ilusión, estoy ahí poniendo velas.
Y no me va a decir de qué va, ¿verdad?
Pues no. Hasta que no esté rodando no me creo nada. Prefiero no decir nada, pero no por superstición.
¿Qué balance hace de su trabajo?
Llevo un año de pequeños personajes, pero un año muy agradecido, de aprendizaje y de pequeños papeles que me dan muchas satisfacciones.