madrid. La extraña pareja formada por un exagente de la CIA dado por muerto y un excéntrico millonario regresa hoy para seguir salvando inocentes en el prime time de La Sexta después de que la CBS en Estados Unidos y Calle 13 entre nosotros hayan estrenado ya la tercera temporada. El productor J. J. Abrams, el mismo de Fringe o Perdidos, ha dado de nuevo en la diana con este thriller ambientado en Nueva York en el que los protagonistas buscan justicia para personas a las que las autoridades ignoran porque consideran "irrelevantes" sus asesinatos. Sin llegar a adquirir la etiqueta de serie de culto de la que gozan las dos producciones citadas, Vigilados: Person of interest tiene muchos factores valiosos y plantea dudas que ya no son futuristas: ¿qué es prioritario: la seguridad o la intimidad? ¿La lucha contra el terrorismo lo justifica todo? ¿Merece la pena salvar la vida de un asesino? Reese y Finch siguen contando con la ayuda de La máquina, un prodigio informático creado por el segundo de ellos y que el Gobierno estadounidense utiliza para evitar atentados terroristas, desechando alertas que afectan a personas de la calle. Nada escapa al ojo de La máquina, capaz de identificar amenazas y señalar el número de la Seguridad Social de una persona de interés. Con cada número, deberán averiguar si el señalado es víctima o agresor. Cuentan con dos aliados clave, los agentes de policía Carter y Fusco; y de fondo existe una trama de corrupción policial que va cobrando importancia según avanzan los capítulos. Unos flashback bien dosificados y ubicados dan a esta producción más empaque que un simple procedimental policíaco. Aunque al principio no parecía fácil aceptar al serio protagonista de La delgada línea roja o La pasión de Cristo como un justiciero socarrón que dispara sin pestañear, ahora es difícil pensar en otro actor para interpretar a John Reese, el hombre del traje. En cuanto a Michael Emerson, el siniestro Benjamin Linus de Perdidos; borda su papel de científico y mecenas de la Justicia y logra que su personaje de Harold Finch haga olvidar su papel en la serie de la isla más famosa de la televisión.