vitoria
La serie Person of Interest, a la que La Sexta ha colocado por delante la palabra Vigilados, se convirtió en una de las grandes esperanzas de la temporada televisiva estadounidense desde que se presentó su capítulo piloto. El nombre de J.J. Abrams en la producción siempre suscita expectación, aunque este escritor, productor, actor, director y compositor neoyorquino no siempre tiene la fórmula del éxito, como quedó demostrado con la fallida Undercovers. Sin embargo, que el padre de Perdidos, Fringe o Alias esté involucrado en una serie aporta un crédito extra y los espectadores de La Sexta (como los de Calle 13 desde el mes pasado) pueden empezar a comprobarlo esta noche.
En Estados Unidos, donde ya se han emitido siete capítulos, se ha convertido en el mejor estreno del curso y la CBS ha confirmado que tendrá una temporada completa, 22 episodios. Aún es pronto para saber si conservará los más de 13 millones de espectadores de media que ha logrado y si se convertirá en una de esas producciones que gozan del privilegio de la longevidad, pero mimbres no le faltan. Sus resultados en los pre-test de la cadena del ojo -los mejores de los últimos quince años- llevaron a la cadena nortaemericana CBS a colocarla en la ubicación que ocupaba la imbatible CSI desde hace una década, los jueves en horario de máxima audiencia.
punto de partida El exagente de la CIA John Reese (Jim Caviezel) es rescatado de una espiral de autodestrucción por un misterioso multimillonario y genio del software (Michael Emerson), que tras el 11-S desarrolló para el Gobierno un programa informático destinado a evitar nuevos actos terroristas: controla cámaras, móviles, correos y todo tipo de datos. Sin embargo, este trabajo le creó un problema de conciencia que ahora intenta resolver, pero necesita la ayuda de un hombre de acción. El arranque de la serie se resume en un cruce de frases entre los dos protagonistas:
-Finch: Alguien muere asesinado en Nueva York cada 18 horas.
-Reese: Los crímenes ocurren a diario. No pueden evitarse.
-Finch: ¿Y si usted pudiera? Le ofrezco la oportunidad de llegar a tiempo. Puede ayudarme a evitar lo que va a pasar.
De esta última premisa, de esta especie de justicia preventiva, ha surgido la remota comparación de la serie que se estrena esta noche con la película de Spielberg Minority Report, basada en un relato de Philip K. Dick. El personaje de Michael Emerson sabe que el Gobierno estadounidense está informado de todos los actos criminales que se preparan, pero que solo intenta impedir los que causarían "una pérdida masiva de vidas", no los crímenes cotidianos que pueden afectar a muchos ciudadanos pero de uno en uno o en pequeños grupos. Eso es lo que le tortura.
Al darse cuenta de que ningún cuerpo policial va a intentar impedir esos delitos, crea "una puerta trasera" para acceder al sistema y a la "lista irrelevante" para la seguridad de la nación.
Sin embargo, solo conoce los nueve dígitos de la Seguridad Social de esas personas y ni siquiera sabe si serán las víctimas o los asesinos. Mientras intentan salvar vidas, la Policía sigue su pista a través de una insistente detective Carter, a la que encarna la actriz Taraji P. Henson. Además, deben asociarse con agentes corruptos y moverse entre los resquicios del sistema. Como reflexiona Reese, "no hay buenas personas, tal vez solo haya buenas decisiones".