"Ritmo perfecto, guiones nada fáciles, personajes desagradables como la vida misma y cero concesiones hacen que Breaking Bad sea una de las razones que nos hacen amar la televisión y creer que hay alguien inteligente ahí fuera. Nunca lo sórdido fue tan maravilloso, lo feo tan bonito y lo indecente tan justificable".