La Navidad es el momento perfecto para disfrutar de una buena mesa en compañía de familiares y amigos. Y el vino es ingrediente fundamental que no puede faltar. Elegir el vino adecuado para cada plato no solo ayuda a realzar sabores, sino que también transforma la comida en una experiencia inolvidable.

Exploramos algunos vinos que puedes utilizar estas navidades según cada tipo de comida, con recomendaciones de bodegas emblemáticas de Rioja Alavesa.

Brindis navideño

Brindis navideño Freepik

Entrantes y mariscos

Siempre se ha dicho que para los entrantes, los platos ligeros como ensaladas, mariscos o pescados blancos, hay que acompañar con un vino blanco. Un vino fresco y equilibrado que no reste protagonismo a la comida.

Aunque es una norma que se ha desmentido hace tiempo, si prefieres mantener la tradición, hay una gran variedad de vinos; albariño, verdejo, godello o chardonnay, por mencionar unos pocos.

El Piérola Blanco Fermentado en Barrica de Bodegas Fernández de Piérola es una excelente opción. Este vino, elaborado 100% con Tempranillo blanco, presenta notas cítricas y de frutas tropicales, con un toque elegante de madera que complementa a la perfección los sabores delicados de los mariscos o pescados al horno.

Si el menú incluye entrantes más contundentes, como foie gras o ensaladas con frutos secos, el Baigorri Rosado de Bodegas Baigorri es ideal. Este rosado, con su frescura y acidez equilibrada, limpia el paladar y resalta los sabores de los ingredientes.

La bodega Casa Primicia de Laguardia. Redacción DNA

Carnes blancas y aves

Las carnes blancas, como el pavo o el pollo, suelen ser el plato principal en muchos hogares. Para acompañarlas, los expertos recomiendan vinos rosados o tintos de uva Merlot, Pinot Noir o Malbec.

Un vino tinto joven y afrutado como el Casa Primicia Vendimia Seleccionada sería una buena elección. Es un Tempranillo, con notas de frutos rojos y un toque de vainilla, armoniza con la suavidad de las aves y realza su sabor sin opacarlas.

Carnes rojas y asados

Los platos de carnes rojas, como un cordero al horno o un entrecot, exigen vinos con más cuerpo y estructura. El abanico se amplía con rosados o tintos, en diverso grado de maduración. Así cuanto más sabor tenga la carne, o la forma de cocinar o la salsa que acompañe, pedirá uno u otro tipo de vino.

El Marqués de Riscal Reserva, un clásico de Rioja Alavesa, es perfecto para este tipo de platos de carne, especialmente carnes rojas, carnes a la parrilla y asados. Elaborado principalmente con Tempranillo, ofrece notas de frutas maduras, especias y un final largo que complementa a la perfección la intensidad de las carnes.

Otra opción destacada es el Baigorri Crianza, que combina la robustez necesaria para acompañar carnes rojas con una suavidad que lo hace agradable para todos los comensales.

Platos de caza y guisos

Si nuestro menú incluye carne de jabalí o venado, o guisos contundentes, es necesario empleaer un vino con complejidad y profundidad. El Piérola Reserva es una excelente elección. Este vino, envejecido en barrica, presenta aromas de especias, cuero y frutas maduras, con un cuerpo estructurado que combina perfectamente con la riqueza de estos platos.

Otro vino, el Baigorri Belus, elaborado con Mazuelo y otras variedades autóctonas, destaca por su potencia aromática y equilibrio en boca, siendo ideal para guisos de larga cocción y carnes de caza mayor.

Un vino de Oporto es una buena opción para los postres Freepik

Postres y quesos azules

Para cerrar la cena, los postres y quesos azules encuentran su mejor aliado en vinos dulces o fortificados. A la hora de elegir un vino, debemos tener en cuenta qué clase de postre vamos a tomar y qué cantidad de azúcar contiene. Lo idóneo es que el vino sea igual o un poco más dulce que el postre para así completar y potenciar su sabor. Y aquí nos podemos encontrar desde vinos espumosos, vinos blancos dulces, vinos tintos dulces y vinos fortificados. Un oporto, vino de Jerez, moscatel...

Licores artesanales

Después de la cena, los licores artesanales son una excelente manera de cerrar la velada. Desde la crema o chupito de orujo de hierbas, el limoncello, amaretto, patxaran o licor de madroño, las opciones son muchas.

El Basque Gin, de Basque Moonshiners, con notas cítricas y de botánicos locales, es perfecto para un cóctel refrescante. Por otro lado, el Patxaka, un licor tradicional de manzana y anís, es otra gran alternativa. Aporta dulzura y un toque cálido, ideal para disfrutar con un postre o solo, como digestivo.

No obsesionarse con las normas

Seleccionar el vino adecuado es una habilidad que se desarrolla con el tiempo. La decisión debe procurar que el vino elegido no reste protagonismo al plato.

Tampoco nos obsesionemos con los precios. Hay vinos muy buenos a un precio muy asequible. Aunque también puede apetecer estrenar esa botella de vino que está reservada para ocasiones especiales.

Pero cada vez más entendidos del vino abogan por una relajación de las normas. Al fin y al cabo, las comidas y cenas navideñas son momentos de reencuentro y disfrute.

Y no podía faltar...

Aunque el vino y los licores son parte esencial de las celebraciones navideñas, es importante disfrutarlos con moderación. Recuerda que un consumo responsable permite apreciar mejor los sabores y evitar malestares al día siguiente.

Acompaña las bebidas con agua, alternando entre sorbos para mantenerte hidratado, y evita mezclar demasiados tipos de alcohol en una misma comida. Además, es fundamental asegurarse de que haya un conductor designado o utilizar transporte público si se planea consumir alcohol.

Celebra con conciencia y haz de la Navidad un momento seguro y agradable para todos.