"Es la base de todo, la cadena de valor de la alimentación, más atrás no se puede ir. Luego viene la transformación, la distribución...". Así describe el sector primario Josu Garaialde, director de Promoción de la Fundación HAZI. Un sector que "no se vio afectado en una primera fase de la crisis sanitaria por el covid, pero al expandirse le alcanzó". En Euskadi y en Navarra los subsectores de las bebidas y la ganadería han sido los más perjudicados. El primero, por la falta de salida de la producción de las cerca de 450 bodegas vascas y navarras, más teniendo en cuenta que el 90% de la venta va a la hostelería. El segundo por la carestía del pienso como consecuencia de la subida del precio del cereal.

Y es que la pandemia destaca la importancia del sector primario, las explotaciones agrarias, los arrantzales y baserritarras. Ellos ponen la comida en nuestra mesa, además de ser un ámbito potencial de generación de empleo y riqueza social. El confinamiento y la situación en general provocada por el coronavirus ha desviado el consumo al hogar con la hostelería cerrada u horario de apertura restringido. Txakoli, vino, cerveza... no han tenido salida hostelera, su canal de venta más importante, además de la importante exportación y la falta de celebraciones, fiestas, etc.

En el caso de la ganadería, el problema es la subida del precio de los cereales y, como consecuencia, el del pienso para alimentar a los animales. "Los cereales se cotizan en Chicago, es un producto que viaja fácil y se trabaja a nivel mundial", explica Garaialde, que añade que "los grandes fondos de inversión invierten en cosas seguras". El precio bajará, pero pueden quedarse por el camino algunas explotaciones.

Por su parte, en la agricultura la afección de la crisis es mayor en los productos de alta gastronomía, así como las flores y plantas cortadas. Y en cuanto a la pesca, la peor parte se la ha llevado la que tiene como destino la restauración. El resto del sector primario ha sufrido cambios en las redes de distribución.

Pero a la población no le ha faltado alimentación gracias a ganaderos, agricultores, personas que trabajan en empresas de transformación o en los comercios y mercados locales. El sector ha estado a la altura abasteciendo de productos en los diferentes canales de venta y distribución: carnes, verduras, pescado...

Reparto de ayudas

Y ahora es el turno de las instituciones, de dar apoyo al sector primario para que continúe en esta situación de pandemia de la que se desconoce el final. Una de las precupaciones de Lakua es atraer jóvenes al sector primario para favorecer el relevo generacional. Es el "objetivo transversal" de las ayudas a Pymes 2021 en este área del sector primario, industria de la alimentación y sostenibilidad. En general, estas subvenciones se centran en los programas de ayudas destinadas al sector primario. Las líneas de ayudas son Economía en el ámbito rural (más de 13 millones de euros), Modernización del primer sector (más de 21 millones de euros), Industria Alimentaria (cerca de 22 millones de euros), I+D Cadena alimentaria y de la madera (más de 8 millones de euros) y Bioeconomía, Economía Circular y Medio Ambiente (9 millones).

También aboga por aumentar la producción de alimentos en Euskadi, impulsando el sector primario, así como promover una alimentación ecológica, local, sostenible y más saludable, alcanzar una gestión sostenible de los recursos pesqueros, y garantizar un mayor equilibrio territorial dotando de calidad de vida a las personas que residen y trabajan en los núcleos rurales y litorales. Asimismo, apuesta por potenciar el sector vasco agroalimentario y de la madera como referente de emprendimiento, innovación y cambio climático, y por convertir a Euskadi en el polo de bioeconomía del sur de Europa.

Agroalimentación

Por su parte, Navarra tiene una industria agroalimentaria de las más potentes de España, con un notable peso en su economía. Y se beneficia de su menor dependencia del turismo. De hecho, las consecuencias de la pandemia han sido más fuertes en las localidades donde más pesan los servicios en contra de la fortaleza con la que han resistido zonas rurales.

El Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente tiene un presupuesto para 2021 para este sector esencial en tiempo de crisis de 99,5 millones de euros. Agricultura y ganadería cuentan con 48,4 millones para consolidar el sector y hacer frente a las dificultades derivadas del covid-19. En agricultura, destaca la continuidad del gºasto en seguros agrarios, con 3,6 millones, lo que permite a agricultores navarros seguir siendo los que cuentan con el sistema de seguros más barato del Estado. En ganadería, el apoyo a la explotación extensiva se concreta en la adjudicación de 80.000 euros para la elaborar su Plan Estratégico de Gandería Extensiva.

Con 28 millones para Desarrollo Rural, se duplica la partida de Promoción para reforzar la competitividad del sector primario con inversiones en las explotaciones agrarias y la incorporación de jóvenes a la actividad, entre otras cosas. De hecho, continuarán las ayudas a los jóvenes incorporados profesionalmente al sector, por un total de 3,5 millones.