La reincidencia entre menores que delinquen en Euskadi baja al 11%

La tasa de reincidencia de los menores de edad a los que se aplican medidas de justicia juvenil en Euskadi se ha reducido del 13 % al 11 % entre 2018 y 2024, según ha informado la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, que explicó que el 73 % de las medidas de justicia restaurativa aplicadas tienen un resultado positivo, al propiciar la asunción de responsabilidades por parte de los infractores, favorecer la reparación del daño causado a las víctimas y reducir la reincidencia.

San José presentó ante la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Parlamento vasco la evaluación del 'V Plan de Justicia Juvenil 2020-2024' y adelantó las líneas generales de la sexta edición de este plan. Recordó que el quinto plan se diseñó para "garantizar una justicia juvenil eficaz, preventiva y educativa, adaptada a la realidad individual de cada menor".

Durante el periodo evaluado se registraron 11.751 infracciones cometidas por menores, de las cuales 9.784 correspondieron a delitos (principalmente hurtos, lesiones y violencia doméstica y de género) y 1.967 a delitos leves. Se aplicaron 3.611 medidas, principalmente de libertad vigilada, internamientos y prestaciones en beneficio de la comunidad, y se dictaron 2.738 sentencias condenatorias frente a 222 absolutorias. Estos datos reflejan que el plan "ha cumplido con su objetivo de asegurar la ejecución eficaz de las resoluciones judiciales, aplicando las medidas de manera proporcional y ajustada a las necesidades de cada menor".

La mayoría son varones de 16 y 17 años

El perfil de los menores infractores muestra que la mayoría son varones de 16 y 17 años, en su primer hecho delictivo, "con predominio de menores nacidos en la CAV", aunque la proporción de personas extranjeras alcanza el 28 %. La mayoría comete una sola infracción y recibe una única medida, aunque un porcentaje significativo requiere varias intervenciones, evidenciando la "necesidad de respuestas adaptadas y flexibles".

San José señaló que uno de los "factores fundamentales" para que Euskadi tenga mayor número de menores extranjeros infractores es que "tiene mejor capacidad de acogida y de protección", lo que hace que ciertos perfiles vulnerables lleguen a la comunidad. Muchos menores migrantes llegan sin red familiar y con trayectorias duras, por lo que se van a "revisar y actualizar" los protocolos de ingreso y atención. "Misma protección, mismos derechos y mismas obligaciones para todos", afirmó.

El director de Justicia, Jose María Bastos, subrayó que la delincuencia está relacionada con la exclusión social, "no con la nacionalidad". "Es la exclusión social la que causa delincuencia; la nacionalidad no es nunca un factor criminógeno", añadió.

Abandono escolar

En el ámbito educativo, el plan ha contribuido a reducir el abandono escolar y aumentar la participación en ESO y Formación Profesional, "fortaleciendo los factores de protección que facilitan la reinserción". La evaluación muestra la importancia de la justicia restaurativa, con 2.470 mediaciones realizadas, de las cuales el 73 % tuvieron un resultado positivo, permitiendo responsabilizar a los menores, favorecer la reparación del daño a las víctimas y reducir la reincidencia, atendiendo a los factores individuales y familiares.

Entre los logros del plan destacan la eficacia en la ejecución de medidas, el aumento de mediaciones restaurativas, la mejora en escolarización y Formación Profesional, la atención individualizada y la formación continua de profesionales, lo que garantiza calidad y coherencia en las intervenciones.

Otros desafíos

Persisten desafíos importantes como el consumo problemático de sustancias, problemas de salud mental, la falta de ocio estructurado y la precariedad familiar, requiriendo un enfoque integral que combine prevención, educación y acompañamiento social.

A partir de esta evaluación, San José presentó las líneas generales del 'VI Plan de Justicia Juvenil 2025-2029', diseñado para afrontar "los retos emergentes en la delincuencia juvenil", como el aumento de la demanda de medidas, un ligero incremento en el número de chicas infractoras, la presencia significativa de menores extranjeros, la necesidad de fortalecer la intervención en medio abierto, la consolidación de la disminución de reincidencia, y los nuevos retos relacionados con tecnologías, salud mental, vulnerabilidad sociofamiliar y conductas delictivas tempranas.

El nuevo plan se estructura en cuatro líneas estratégicas:

1. Prevención, con atención a la detección temprana de factores de riesgo y refuerzo de la justicia restaurativa.
2. Coordinación de políticas de justicia, educación, salud, bienestar, vivienda, seguridad y tercer sector.
3. Revisión de protocolos, adaptación a perfiles diversos y formación especializada de profesionales.
4. Responsabilidad pública y modelo de gestión, que refuerza la ejecución de medidas y moderniza la gestión de datos.

San José destacó que este modelo, propio de Euskadi, es "garantista, restaurativo, comunitario, especializado y humano", basado en la confianza en las capacidades de los jóvenes, la promoción de su reintegración, y en el enfoque de cada intervención "como una oportunidad para cambiar un itinerario vital". "Una infracción cometida por un menor dice más de la sociedad que del propio menor", concluyó, mostrando su compromiso con un sistema que actúa de manera integral y no solo punitiva.