Una de cada dos enfermeras y fisioterapeutas (48,6%) ha recibido comentarios y/o chistes sexistas ofensivos, y tres de cada diez (27,6%) han sufrido una invasión deliberada de su espacio personal, según recoge una encuesta presentada este martes por el Sindicato de Enfermería (SATSE) sobre acoso sexual y acoso por razón de sexo.

"Tanto el acoso sexual como por razón de sexo son expresiones de violencia, atentan contra derechos fundamentales y tienen graves consecuencias tanto en la salud física como psíquica de las personas que la sufren. Atacan a su dignidad, a su salud, a su seguridad, a su propia autoestima, también a la autonomía en el empleo que ejercen, porque muchas o renuncian a él o incluso sufren el doble castigo de la revictimización", ha aseverado en rueda de prensa la presidenta de SATSE, Laura Villaseñor.

La encuesta incluye respuestas de 7.387 enfermeras y fisioterapeutas de todo el país, mayoritariamente mujeres (84,8%) y con edades comprendidas entre los 40 y 54 años (48,8%), aunque hay participación de todos los grupos de edad. Según la categoría, el 84,7 por ciento son enfermeras generalistas; el 10,91 por ciento, enfermeras especialistas y un 4,36 por ciento son fisioterapeutas.

Entre los resultados, destaca que el 37,2 por ciento de encuestados afirma haber recibido un trato diferente debido a su sexo y el 27,3 por ciento se ha sentido menospreciado o ha sufrido condescendencia. Además, al 31 por ciento de les han contado historias o bromas sexuales que le resultaron ofensivas, mientras que al 19,28 por ciento le han silbado, llamado su atención de forma sexual, le han dirigido piropos o le han hecho comentarios sexuales groseros y ofensivos.

Junto a esto, dos de cada 10 personas (22,1%) asegura que les han intentado tocar o rozar sin su consentimiento, a la vez que el 22,03 por ciento ha llegado a sufrir este contacto físico no solicitado ni deseado. El 11,3 por ciento señala haber experimentado intentos no deseados de tener una cita y/o proposiciones explícitas o implícitas para tener actividad sexual a pesar de sus intentos de disuasión.

La responsable de Igualdad de SATSE, Carmen Guerrero, ha advertido de que estas situaciones "no se dan de manera puntual". Tal y como recoge el informe, el 43,4 por ciento de las personas encuestadas ha sufrido estas situaciones entre dos y cinco veces a lo largo de su vida laboral y el 25,21 por ciento más de 10 veces. Tampoco se trata de situaciones del pasado, pues el 60,5 por ciento apunta que ha sufrido estas experiencias "alguna vez" en los últimos tres años.

Situaciones invisibilizadas y normalizadas

Desde SATSE han aseverado que esta encuesta refleja una "imagen muy preocupante" de la situación a la que están expuestas enfermeras y fisioterapeutas en sus centros de trabajo. Según ha destacado Carmen Guerrero, se trata de un "círculo de invisibilización y de normalización".

De hecho, el 84,8 por ciento de los casos no se comunican al centro ni se denuncian, principalmente porque las víctimas desconocen el procedimiento y sus derechos (39,5%) y/o por falta de confianza en la eficacia del procedimiento (34,5%). El 63,5 por ciento de los encuestados desconoce si existe un protocolo de actuación ante el acoso sexual y por razón de sexo al que acogerse, y tan solo el 18,8 por ciento afirma haber recibido información y/o haber tenido la posibilidad de formarse sobre estos comportamientos en el entorno laboral.

"Cuando le preguntábamos a las personas por qué no denunciaban, algunas de las respuestas eran del tipo 'bueno, es lo que hay', 'eran otros tiempos', 'esto siempre ha pasado'. Existe una gran normalización. Probablemente haya una falta de sensibilización", ha afirmado Guerrero.

En esta línea, Laura Villaseñor ha subrayado que el colectivo de enfermería y fisioterapia es "especialmente vulnerable" a las situaciones de acoso sexual y por razón de sexo, dado que son profesiones eminentemente feminizadas y, sobre todo en el caso de la enfermería, arrastran estereotipos y estigmas sexuales históricos. Todo ello unido al contacto directo que los trabajadores tienen con el paciente hace que "haya personas que dan por hecho que pueden tener este tipo de comportamientos".

Por ello, ha abogado por poner en marcha medidas urgentes para erradicar estas conductas, haciendo hincapié en la necesidad de sensibilizar a las personas trabajadoras, a la sociedad y a las Administraciones públicas y empresas. Todo ello para poner fin al silencio que envuelve estos comportamientos, visibilizar las conductas, identificar a los acosadores e instar a las víctimas y a su entorno a pedir ayuda.

En este punto, Villaseñor ha criticado que no todas las comunidades autónomas ni todos los servicios de salud tienen plenamente desarrollados o integrados los planes de igualdad y protocolos específicos. "Ni mucho menos están haciendo las labores de sensibilización y de formación de la plantilla que están obligados por ley a hacer", ha sentenciado lamentando que, aunque los sindicatos presionen y exijan, no se les sanciona.