Tras un verano "caracterizado por la irregularidad", el otoño que "ha llegado de forma abrupta" a Euskadi se prevé ligeramente más cálido de lo normal, cerca de un grado de temperatura media por encima, y normal en cuanto a precipitaciones, que ya de por sí suelen ser abundantes en esta estación.

La delegada de la Agencia Estatal de Metorología (Aemet) en Euskadi, Margarita Martín, ha hecho esta predicción para la nueva estación en una rueda de prensa en Donostia, en la que ha ofrecido también el resumen climatológico del verano, que ha sido "muy húmedo" en la costa y "muy seco" en el interior, así como "muy cálido" ambas zonas.

Para el otoño, que empezó el pasado lunes, 22 de septiembre, pero se hizo notar el día anterior con un "drástico" desplome de los termómetros -unos 12 grados de media en dos días-, los modelos predictivos, según ha explicado, aparecen condicionados por la previsión de que se produzca en el Pacífico el fenómeno de la Niña con efecto máximo en diciembre.

Martín ha apostado por que ese fenómeno "se consolide" y eso supone que se establecería "un anticiclón continental" que traería viento del este "recalentado" hasta la zona de Euskadi, con quizás "una desviación hacia pérdida de precipitación, pero muy ligera" porque será más acusada cuanto más al oeste del Cantábrico.

Algo más cálido de lo normal

En consecuencia, ha estimado que el otoño va a ser en Euskadi "ligeramente más cálido de lo normal", aunque no cree que llegue a un grado por encima de los valores promedio, que son de 11,7 grados en Gipuzkoa, 12,8 en Bizkaia  y 8,9 en Araba.

También ha pronosticado precipitaciones levemente superiores a lo habitual o "dentro de lo normal", lo que supondría cantidades acumuladas en los tres últimos meses del año que rondarían los 400 a 500 litros en la vertiente cantábrica y del orden de 250 en la mediterránea.

Balance del verano

Del balance meteorológico del verano, Martín ha destacado que se "ha caracterizado por la irregularidad" y alternancia de periodos de "mucho calor" con otros frescos, así como por la gran cantidad de tormentas, fundamentalmente en la vertiente cantábrica, todo ello condicionado, según ha remarcado, por el aumento de la temperatura del agua del mar, que en agosto por ejemplo fue de 1,5 grados superior al valor promedio.

La alta temperatura del mar ha condicionado también la registrada en tierra, de manera que la estación estival ha concluido clasificada en Euskadi como "muy cálida" en todas las zonas, con los registros medios entre 0,8 y 1,4 grados superiores a los valores de referencia.

En cuanto a la pluviometría, deja un balance "muy seco" en el interior, con apenas 67 litros/m2 contabilizados en total en Foronda, frente a los 116 de lo considerado normal; y "muy húmedo" en Igeldo, que ha sumado 381 litros cuando la media de la serie es de 297.

El día más caluroso del verano fue el 15 de agosto, cuando se registró en el País Vasco "la temperatura máxima absoluta de toda España", aunque no fue efeméride porque ese mismo día del 2023 "hizo aún más calor", ha destacado la meteoróloga, que ha llamado la atención sobre esa madrugada "tórrida" con mínimas superiores a los 25 grados y máximas que en Gasteiz estuvieron por encima de los 40 grados y de los 36 en Donostia.