Un total de 391.581 hectáreas se han quemado en el Estado español en lo que va de este 2025 en 230 incendios detectados en varios puntos del país, según datos actualizados este miércoles por el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS, por sus siglas en inglés).

Con esa última estimación divulgada este miércoles -antes del mediodía-, el Estado se acerca a las 400.000 hectáreas arrasadas por el fuego a lo largo del año, en plena ola de incendios forestales, la más grave del siglo, que no da tregua en gran parte del territorio, en especial en Castilla y León, Galicia y Extremadura.

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Semana negra de incendios: Cuatro muertos y 120.000 hectáreas quemadas NTM

La cifra difundida ayer (382.607 hectáreas) ya superaba en extensión a la isla de Mallorca (364.000 hectáreas) y, según el último informe del Comité Estatal de Coordinación (Cecod), ya provocó el desalojo de más de 33.750 personas.

Conforme a los últimos datos suministrados por EFFIS, herramienta dependiente del programa Copernicus, de observación y vigilancia de la Tierra de la Unión Europea (UE), la superficie quemada este año supera ampliamente a las 42.615 ha calcinadas en 2024 en 219 incendios forestales.

Dos voluntarios realizan labores de extinción en el incendio de Oímbra, Ourense. EFE

También es mayor que la superficie que ardió en 2023 (91.220 hectáreas en 371 incendios) y excede las cifras registradas en 2022, hasta ahora considerado el peor año en cuanto a superficie quemada en incendios forestales en el país: 306.555 hectáreas en 493 incendios.

La Aemet rebaja el nivel de peligro en algunas zonas

España combate actualmente más de 20 incendios activos en situación operativa 2 por su gravedad, aunque la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anunció ayer que desciende el nivel de peligro en áreas del norte y este de la Península tras una mejoría en las condiciones meteorológicas y el pronóstico de tormentas "localmente muy fuertes".

Pese a esto, se mantiene el riesgo "muy alto o extremo" en gran parte de Galicia y zonas próximas así como en Extremadura y en el sureste del territorio debido a los vientos fuertes que pueden complicar las labores de extinción en los incendios activos.