Gonzalo Pérez Zunzunegui acaba de completar nada más y nada menos que 678 kilómetros en 15 días corriendo desde Santiago de Compostela hasta Getxo. Se trata de la segunda parte del macro reto solidario bautizado como Uniendo caminos a contracorriente por Aefat. 

Junto a Abel de Frutos Aragüe, los dos corredores de ultra trail han completado más de 1.200 kilómetros recorriendo el Camino de Santiago en sentido contrario. El objetivo del reto era recaudar fondos para la investigación de la ataxia telangiectasia y apoyar a los niños y jóvenes afectados por esta enfermedad genética, degenerativa, sin cura ni tratamiento, que provoca una grave discapacidad física progresiva, inmunodeficiencia y una elevada probabilidad de desarrollar cáncer.

Ambos han afrontado una media de entre 40 y 50 kilómetros diarios en régimen de autosuficiencia, con una mochila a cuestas que contenía todo lo necesario para cada etapa. De Frutos recorrió casi 600 kilómetros desde Segovia hasta Santiago en once etapas y Pérez cogió el relevo en Santiago para acabar en Getxo, corriendo por el Camino del Norte en sentido inverso.

Pérez explica que los 1.200 kilómetros recorridos entre los dos corredores han tenido su recompensa: “Se han recaudado 20.000 euros en total y le hemos dado bastante visibilidad, así que estoy muy contento”. 

Gonzalo Pérez en Ribadesella en la décima etapa de su reto solidario. G. Pérez

Tres semanas después de finalizar el reto y recibir un caluroso y emocionante recibimiento por parte de su familia, amigos y miembros de la asociación de Aefat, Pérez hace balance de lo que han supuesto estos días: “Tengo sentimientos encontrados, por un lado, contento de haberlo completado pero por otro lado me da pena que se acabe”.

El corredor de ultra trail no ha estado solo en esta aventura. Durante estos 15 días ha tenido el apoyo y la compañía de Javier Ramos ‘Guipu’: “Con ‘Guipu’ todo ha sido mucho más fácil, él se ha hecho todas las etapas conmigo y ha sido un apoyo muy importante”, explica Pérez.

A nivel físico, el deportista define este reto como “exigente y duro”. “Al final he hecho una media de 46 kilómetros al día y pensaba que el recorrido iba a ser más llano, para nada, todo subidas y bajadas”, afirma Pérez.

“Tengo sentimientos encontrados, por un lado, contento de haberlo completado pero por otro lado me da pena que se acabe”

El deportista ha tenido que hacer frente a molestias físicas durante estos 15 días, pero cuenta que los miembros de la asociación le han dado fuerza para seguir desde la distancia: “Por un dolor o una molestia en la pierna, yo no puedo dejar de salir. Porque a mí esta molestia se me pasa, a estos chavales no se les pasa lo que tienen. Yo acabaré más o menos reventado, pero yo a la semana o diez días va a estar bien". 

Pérez explica que él no busca ningún reconocimiento ni récord con estos retos, si no visibilidad para la ataxia telangiectasia: “El reconocimiento tiene que ser para los afectados. A mi me pueden doler las piernas, pero estos chavales tienen que lidiar con la enfermedad durante toda su vida”.

Llegada a Algorta

Con un corazón rebosante de alegría llegaba Pérez a la plaza Tellaetxe de Algorta, tras atravesar el histórico Puente Colgante. Acababa de completar la última de las quince etapas y ahí les esperaban sus amigos, familia y miembros de la asociación disfrutando de la feria del libro que se había organizado para ese día también con fines benéficos.

Hace cinco años

No es el primer reto solidario que Pérez completa con AEFAT. Su aventura comenzó hace cinco años, en plena pandemia: “Solía correr bastante por el monte e Itsaso, mi mujer, me propuso correr por alguna causa benéfica, entonces di con Aefat, pero yo nunca había oído hablar de la ataxia telangiectasia ni conocía a nadie que la padeciese”.

Desde 2021 el runner vasco se enfrenta a un reto diferente, todos con el objetivo de dar visibilidad a la enfermedad: “En 2022 fue el camino de Santiago francés, en 2023 la vuelta a Euskal Herria y Navarra por monte, en el 24 fue la Ruta de los Faros y este año ha sido el Camino de Santiago a contracorriente, por el Camino del Norte”.

A parte de los retos solidarios, el trail runner corre maratones empujando las sillas con los miembros de la asociación: "Tengo mucho contacto con los chavales afectados por la ataxia y con sus familias, ya son para mi una familia también”.