Europa y Asia central cerraron 2024 con el peor balance de contagios por sarampión de las últimas dos décadas. Según la Organización Mundial de la Salud, se confirmaron 127.350 casos en el continente europeo, el doble que en 2023, y la cifra más alta desde 1997.
El viejo continente concentra un tercio de todos los casos de sarampión registrados en el mundo el último año. En esta región, los niños menores de cinco años acaparan más del 40% de las infecciones notificadas. Más de la mitad de los pacientes ha sido hospitalizados.
La reaparición de esta enfermedad coincide con un descenso sostenido en la cobertura de vacunación desde la pandemia. La reaparición de esta enfermedad, que se creía prácticamente controlada, coincide con un descenso sostenido en la cobertura de vacunación desde la pandemia.
“El virus del sarampión nunca descansa, y nosotros tampoco podemos hacerlo. Sin altas tasas de vacunación no hay seguridad sanitaria”
La negativa de parte de la población a recibir la vacuna triple vírica ha sido clave en este resurgimiento, tal y como apunta Regina De Dominicis, directora regional de UNICEF para Europa y Asia Central: “Los casos de sarampión se han disparado en estas zonas en los últimos dos años, lo que apunta las deficiencias en la cobertura de inmunización”.
Solo en el año 2023, 500.000 niños de toda Europa no recibieron la primera dosis de la vacuna contra el sarampión. Hans Henri P. Kluge, director regional de la OMS para Europa, advierte de los peligros de la enfermedad: “El virus del sarampión nunca descansa, y nosotros tampoco podemos hacerlo. Sin altas tasas de vacunación no hay seguridad sanitaria”.
El sarampión podría volver a Estados Unidos
Estados Unidos, que ya ha detectado brotes de sarampión significativos como el de Texas, con más de 620 personas contagiadas en los últimos meses, podría seguir los pasos de Europa si no revierte la tendencia actual.
Un estudio de la Universidad de Stanford, publicado en JAMA, señala que el descenso en la vacunación infantil ha minado la inmunidad colectiva en el país y que enfermedades infecciosas como el sarampión, la rubeola o la poliomielitis, que se consideraban erradicadas en el país, podrían reaparecer con fuerza en las próximas décadas si no se recuperan las tasas de inmunización.
El equipo científico, dirigido por Mathew Kiang, profesor adjunto de Epidemiología, y Nathan Lo, especialista en Enfermedades Infecciosas, empleó modelos epidemiológicos a gran escala para simular la propagación de infecciones bajo distintos escenarios de vacunación. Según sus proyecciones, incluso manteniendo los niveles actuales, el sarampión podría volverse endémico en Estados Unidos en unos 20 años.
El estudio apunta que, si se mantiene la situación actual, podrían registrarse hasta 851.300 casos de sarampión en los próximos 25 años, con 170.200 hospitalizaciones y 2.550 fallecimientos asociados. Y advierte de que una reducción adicional del 10% en la vacunación infantil dispararía los contagios hasta 11,1 millones en el mismo periodo.
El número de personas que tienen que ser inmunes para evitar que se propague es extremadamente alto
El escenario se agravaría si la caída fuese aún mayor. La mitad de la tasa de vacunación actual provocaría más de 50 millones de infecciones por sarampión, cerca de 10 millones de casos de rubeola, más de 4 millones de polio y varios cientos de difteria, con un saldo de más de 10 millones de hospitalizaciones y cerca de 160.000 muertes, además de miles de niños afectados por graves complicaciones.
El estudio muestra, además, diferencias significativas entre estados: mientras Massachusetts, con coberturas altas, mantiene un riesgo bajo, lugares como Texas y California, donde las tasas han descendido, se encuentran en situaciones más vulnerables. Los bebés entre seis y doce meses, los inmunodeprimidos y quienes no están vacunados son los grupos de población más expuestos ante la enfermedad.
El sarampión es especialmente preocupante, explican los autores, porque es una de las enfermedades más contagiosas. “El número de personas que tienen que ser inmunes para evitar que se propague es extremadamente alto”, asegura Nathan Lo.
Importancia de las vacunas
Los expertos matizan, sin embargo, que pequeñas mejoras podrían cambiar el rumbo: un aumento del 5% en la tasa de vacunación bastaría para mantener el riesgo bajo control. La recuperación de la confianza en las vacunas es esencial, según Nathan Lo, quien vincula parte del descenso al “cansancio social” tras la pandemia del covid-19 y a la “desconfianza y desinformación sobre su eficacia y seguridad”.
Con estos datos, los investigadores insisten en que la lucha contra la desinformación y la recuperación de la confianza pública en las vacunas son elementos clave para evitar que enfermedades prevenibles vuelvan a instalarse en un país que ya había conseguido erradicarlas.