Una de cada cinco víctimas de violencia de género sufre maltrato machista por más de un agresor a lo largo de su vida, según el Ministerio del Interior. Son las víctimas polivictimizadas, que presentan una gran vulnerabilidad y una exposición a un riesgo mayor, y son los casos más difíciles de abordar.
Lorena, última víctima mortal de la violencia de género en el Estado, sufrió maltrato por parte de varias parejas, un maltrato de gran virulencia. En otros feminicidios también ha estado presente esta victimización múltiple, una realidad a la que subyacen factores de riesgo que requieren una respuesta específica y que llevaron a la Secretaría de Estado de Seguridad a impulsar un estudio científico con la Universidad Autónoma de Madrid.
El jefe de área de Prevención y Estudios de Violencia de Género y Sexual de la Secretaría de Estado de Seguridad, Juan José López Ossorio, explica en una entrevista con EFE que "esta realidad existe" y se enmarca en los casos que llaman de "especial complejidad".
"Requieren de un enfoque específico de cara a la gestión del riesgo de la víctima. En los casos más graves de violencia hay una sobrerrepresentación de las víctimas que tienen el perfil diferencial de mujeres polivictimizadas", señala el experto de VioGén.
Las mujeres polivictimizadas sufren violencia de distintos hombres a lo largo del tiempo, en ocasiones en periodos relativamente cortos. Es frecuente además que cada maltratador las agreda en distintas ocasiones, que padezcan maltratos reiterados.
López Ossorio precisa que son víctimas que presentan "vulnerabilidades muy singulares", que detalla la Universidad Autónoma de Madrid en el estudio 'Perfiles de alto riesgo en violencia de género en Madrid: victimización y revictimización de mujeres y menores a su cargo'.
El equipo investigador deja claro que el análisis detallado de las características de la víctima "no conlleva la intención de descargar al agresor de la responsabilidad de la conducta violenta, sino permitir el desarrollo de estrategias eficaces" para su protección y la de los menores a su cargo y el diseño de planes específicos para la reducción del riesgo de la violencia.
Factores de riesgo
La principal conclusión de esta investigación es que hay factores que aumentan la vulnerabilidad de las víctimas, incrementando la probabilidad de que puedan ser maltratadas por más de un agresor.
La violencia física y sexual en la infancia, la falta de apoyo social y familiar, el consumo de drogas o la gravedad de la violencia sufrida son algunos de los factores identificados.
También una alta inestabilidad emocional, el arrepentimiento por denunciar al maltratador, permanecer bajo un miedo intenso a sufrir futuras agresiones o presentar un cuadro clínico relevante como depresión o estrés postraumático.
López Ossorio añade que estas víctimas presentan dificultades para detectar las primeras señales de alarma en el inicio de la relación con el agresor y tienen una menor percepción del riesgo al que están expuestas, lo que las lleva a someterse a situaciones peligrosas, que en ocasiones llegan a ser letales, y a comprometerse en menor medida con el sistema judicial o policial de protección.
Por ello, continúa, los cuerpos policiales trabajan en la concienciación y sensibilización de la víctima para que abandone la relación abusiva y sea consciente del riesgo al que está expuesta.
"Que la víctima haya sido agredida por más de un agresor es un factor de riesgo que se incluye en la valoración de VioGén. Pero no sólo hay que detectarlo, hay que visibilizarlo y los agentes deben saber cómo actuar ante estos supuestos. Ya tenemos una instrucción para abordarlos de manera específica", asegura.
Además, Interior trabaja para que el futuro VioGén II actualice los mecanismos y procedimientos dirigidos a la gestión del riesgo de los casos más complejos, como los de las mujeres polivictimizadas o los agresores persistentes, aquellos que maltratan a varias víctimas.