El 44,1% de los conductores que fueron sometidos a test de drogas en los siete primeros meses del año en las carreteras vascas dio positivo en sustancias estupefacientes, lo que supone un aumento respecto a la tasa de positividad del 39,7% registrada en el periodo enero-julio de 2023.

Según datos del Departamento vasco de Seguridad, un total de 1.152 conductores dieron positivo por drogas en las 2.611 pruebas practicadas por la Ertzaintza durante los siete primeros meses del año. En el mismo periodo del pasado año se practicaron 2.944 test (más de 300 pruebas más), de las cuales 1.171 tuvieron un resultado afirmativo en consumo de sustancias estupefacientes.

Este alto porcentaje de positivos (cuatro de cada diez) se debe a que estos test se practican solo a conductores que previamente habían dado el mismo resultado también en la prueba de alcoholemia o a los que presentan síntomas evidentes de estar bajo la influencia de sustancias psicotrópicas.

La tasa más alta de positivos en drogas (88%) se dio entre los conductores que habían sido sorprendidos cometiendo una infracción de tráfico. De 361 test realizados a estos infractores, 318 constataron un consumo de drogas y 42 negativo.

La segunda tasa más alta de positivos (50,7%) se dio en los test practicados por la Ertzaintza a conductores que habían sufrido un accidente de tráfico. En total se examinó a 199 conductores, de los cuales 88 dieron un resultado negativo, 101 positivo y 10 se negaron a hacer la prueba.

Por último, las pruebas preventivas arrojaron un índice de positividad del 35,7%. Por este motivo se hicieron 2.051 test, de los cuales 1.311 fueron negativos, 733 positivos y tres conductores se opusieron a que se les practicara el test.