EL lunes 29 de enero, la guipuzcoana Mónica Elustondo fue intervenida de un aneurisma cerebral. Y solo cinco días después, el 2 de febrero, Mónica estaba como una rosa, haciendo vida prácticamente normal. Y todo gracias a la Neurorradiología Intervencionista practicada por el doctor Larrea. “La ventaja es que no hay cirugía. Todo se hace a través de catéteres que se introducen, bien por las arterias o por las venas. Son técnicas que sirven para el diagnóstico o para el tratamiento de distintas enfermedades del sistema nervioso central”, explica José Ángel Larrea, jefe de Sección de Radiología Intervencionista del Hospital Donostia

“A ella se le descubrió un aneurisma cerebral en una zona perfectamente accesible con estas técnicas"

“La importancia y la novedad reside en que se hacen de forma poco invasiva sin necesidad de una cirugía abierta, ni una incisión cruenta en el cráneo”, aclara, junto a su paciente Mónica Elustondo. “A ella se le descubrió un aneurisma cerebral en una zona perfectamente accesible con estas técnicas. Y como el aneurisma era ya de un tamaño considerable con riesgo significativo de posible hemorragia, se le trató para evitar ese riesgo de sangrado futuro”, explica Larrea.

Tan solo cinco días después, -el día que paciente y médico hablan con este periódico-, Elustondo se encuentra perfectamente. “Me han mandado 15 días de reposo, que no haga aquagym y ¡mira dónde estoy y vivo en San Pedro!”, declara. 

Mónica se cayó, y lo atribuyó a que andaba algo inestable por la vacuna del covid. “Pero a raíz de la caída, la doctora me mandó a Urgencias para que me hicieran un TAC por si había algún derrame. Total, que me vieron una cosa rara y me volvieron a hacer otro más, pero ese ya con contraste, y ahí comprobaron que era una aneurisma. Me dijeron que podía llevar ahí un tiempo. Después de intervenirme, me tuvieron varias horas esperando, en observación, y yo, aburrida porque estaba perfectamente”, dice pizpireta. “Ha ido todo de maravilla. ¡Oye, qué suerte tener una medicina tan moderna y unos médicos tan buenos!”, se felicita Elustondo.

El aneurisma puede ser diagnosticado por pruebas de imágenes. Javier Colmenero

Junto a ella, el doctor Larrea, asiente satisfecho, y aclara que estos tratamientos mediante cateterismo son ya la primera alternativa que se plantea en muchas patologías cerebrovasculares. De hecho, en el Hospital Donostia ya se tratan unos 350 pacientes al año con estos procedimientos para patologías como el ictus, aneurismas cerebrales, malformaciones arteriovenosas, o estrecheces de las arterias carótidas. Consiguen minimizar mucho los riesgos.

“Estos procedimientos tienen menor riesgo y menores secuelas y la recuperación es más liviana porque una cirugía implicaría incisiones cruentas. Así, además, el riesgo de infecciones prácticamente desaparece”

José Ángel Larrea - Jefe de Sección de Radiología Intervencionista del Hospital Donostia

De tal manera que en un procedimiento diagnóstico el paciente se puede ir a su casa prácticamente en el mismo día, y para un procedimiento terapéutico, por ejemplo, para el tratamiento de alguna anomalía vascular severa, el paciente puede ser dado de alta en 48 horas. Los primeros se realizan con anestesia local, pero los segundos se hacen con anestesia general. “Fundamentalmente por la necesidad de inmovilización y de control preciso que necesitas para realizar el procedimiento porque todas estas técnicas se hacen con Rayos X. Es esencial controlar lo que estás haciendo en todo momento. Cuando vas a tratar un aneurisma, una anomalía vascular cerebral o de la médula espinal, necesitas saber de forma precisa dónde están tus dispositivos. También se utiliza anestesia general por comodidad del paciente porque puede que los procedimientos duren cierto tiempo”, indica.

En un procedimiento diagnóstico el paciente se puede ir a su casa prácticamente en el mismo día, y para un procedimiento terapéutico, el paciente puede ser dado de alta en 48 horas.

La Neurorradiología Intervencionista es habitual en los ictus, patologías donde el tiempo se convierte en un elemento vital. “Con estas técnicas se pueden revertir las consecuencias de un ictus. Con una intervención quirúrgica no podrías ni llegar al lugar donde la arteria se ha ocluido. Sin embargo con un catéter puedes llegar rápidamente a esa zona de obstrucción y extraer el trombo, ese coágulo que está impidiendo el riego sanguíneo”, explica el doctor.

En corto


Rayos X. El Hospital Donostia ha sido consciente del valor de la NI, Neurorradiología Intervencionista (actividades diagnósticas y terapéuticas realizadas con técnicas mínimamente invasivas guiadas por rayos X) desde hace 30 años.

Por ello ha incorporado de forma continuada los avances en equipos radiológicos y técnicas de vanguardia en este campo. Hoy constituye un centro de referencia en la atención mediante NI tanto a nivel de pacientes, de formación de profesionales, y de investigación.