Un buque de inspección salió al mediodía del Puerto de Bilbao para verificar si la ‘marea blanca’ de pelets ha llegado al litoral vasco. Y a estas horas, lo que todo el mundo se pregunta es si las bolitas plásticas que han llegado a las playas de La Arena (Muskiz), Gorrondatxe (Getxo) y Sopela pertenecen al vertido provocado por el buque Toconao frente a Portugal y que ha dejado una estela de microplásticos en la cornisa cantábrica o son simplemente las típicas bolitas que en ocasiones arrastran las marejadas desde que el plástico es plástico. Lo más probable es que el jueves los especialistas del centro de investigación marina Azti y Gaiker desvelen esta incógnita después de analizar las muestras rescatadas en los arenales vizcainos y compararlos con los restos del accidente marítimo hallados en Galicia.
Azti y Gaiker investigan también el grado de toxicidad de los pellets para el ser humano, pero según un informe encargado por la Xunta a un centro tecnológico hace unos días, lo recomendable sería usar guantes y gafas en su recogida. No obstante, la Diputación de Bizkaia ha lanzado un mensaje claro para que la ciudadanía se abstenga de retirar por su cuenta –en grupo o de forma individual– estos ‘plastiquitos’ en apariencia inocuos de la arena o las rocas. No por el riesgo que esta acción altruista puedan entrañar para la salud, sino porque existe todo un operativo de vigilancia y limpieza formado por 60 personas dependientes del ente foral, ampliable a otras 40 más, equipadas con el material necesario para tamizar y recoger los gránulos.
Además, pisar en la zona mareal de la playa puede hundir aún más las bolitas, lo cual dificulta su extracción. Así las cosas, desde Bizkaia piden que la gente no se acerque a las playas y que, en caso de que se quiera echar un cable en las labores de limpieza, se haga a través de Sare Berdeak y Bizkaia Gara. Estas son las dos entidades a través de las cuales se quiere organizar al voluntariado. Y mientras, se ultiman los detalles del dispositivo de emergencia en tierra para paliar los efectos que sobre el medio ambiente que provocarían la ‘marea blanca’, que no ha llegado, un barco aguarda atracado en Santurtzi pertrechado con material específico para intentar evitar algo tan sumamente difícil como intentar frenar los microplásticosto toquen la costa.
BUQUE ESPECIAL
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantza Tapia, desveló el día después de activar ‘Plan Especial de Emergencias de Euskadi ante la Contaminación Marina' que la embarcación estará pertrechada con una succionadora y una red especial desarrollada por Azti –cuya maya es mucho más fina de lo habitual– para recoger este plástico desde el mar. Con todo, no parece una tarea sencilla, por lo que no es descartable que el operativo deba echar mano de refuerzos desde el aire. A tenor de las palabras del Delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, el Gobierno central podría aportar medios aéreos ya que el combate contra los milimétricos pellets desde la mar es, a todas luces, una empresa titánica.
Hay precedentes que apoyarían esta teoría, que ayer se expuso en la reunión que mantuvieron responsables de Salvamento Marítimo, de los puertos de Bilbao y Pasajes, de las diputaciones de Bizkaia y Gipuzkoa, de Emergencias del Gobierno vasco, la Aemet y del Ministerio de Transición Ecológica. Se trata de una guía de actuación centrada específicamente en los vertidos de pellets de plástico en el mar. Este documento está elaborado por Organización Marítima Internacional (IMO), el organismo de la ONU responsable de la seguridad del transporte marítimo y de la prevención de la contaminación marina y atmosférica por los buques.
En el mismo se constata que si no se localizan los sacos íntegros de pellets o el propio contenedor, es muy difícil detectar este material debido a su minúsculo tamaño. Para tratar de avistar el vertido se recomienda usar medios aéreos y no solo buques. En cuanto a la recogida de los pellets sueltos flotando en el mar, el documento indica que con este tipo de vertidos, a diferencia de lo que ocurre con los hidrocarburos– el txapapote del Prestige, por ejemplo– la retirada en el mar no es la mejor opción porque en incidentes anteriores no ha demostrado ser una medida efectiva.
En todo caso, la guía del IMO advierte de que la retirada de los pellets de la costa puede llevar meses e incluso años y de que es prácticamente imposible removerlos por completo. Al cierre de esta edición no se había avistado restos de microplásticos el litoral de Gipuzkoa, si bien surfistas han informado a través de las redes sociales sobre la presencia de las bolas plásticas en la costa de Landas. Aun así, Gipuzkoa está en los tacos de salida, preparada para responder ante la emergencia.
El Departamento de Sostenibilidad de la Diputación Foral de Gipuzkoa, en el marco de sus esfuerzos continuos por garantizar la preservación del entorno natural, ha convocado de manera urgente este viernes a la Mesa Territorial de Playas para abordar la problemática de la llegada de pellets a las playas guipuzcoanas con todos los Ayuntamientos costeros del territorio. Al que Gobierno vasco, Delegación de Gobierno y Bizkaia, la Diputación de Gipuzkoa realizó una llamada a la colaboración y a la acción conjunta e instó insta a todas las partes involucradas “a unir esfuerzos coordinados para abordar esta amenaza ambiental”.