La Justicia ha anulado los repartos de la Sociedad General de Autores y Editores (Sgae) correspondientes a los derechos de autor de los creadores y editores, cuya música se emitió en televisión entre el segundo semestre de 2014 y el primero de 2018, una cantidad que asciende a los 64 millones de euros, según los demandantes.

Así lo ordena el juzgado de lo Mercantil número 16 de Madrid en una sentencia contra la que cabe recurso y que estima la demanda de las editoriales de música de Atresmedia y Mediaset.

Según declaraciones a EFE de su abogado, Miguel Ángel Ramos Jiménez, se deja así sin efecto el reparto de la remuneración de los derechos de autor "de más de 40.000 autores y editores" de la entidad de gestión que, en virtud de dichos acuerdos, "se había efectuado conforme a unas normas de reparto que resultaban nulas".

"Como consecuencia de esta sentencia -añade Ramos- Sgae tendrá que rehacer los repartos de miles de asociados de la entidad que fueron efectuados entre 2015 y 2018, a fin de aplicarles la normativa que existía antes de enero de 2015, lo que supondrá rehacer 8 liquidaciones semestrales de derechos de autor que, en cifras estimadas, equivale a rehacer el reparto de aproximadamente 8 millones de euros por cada semestre, es decir, unos 64 millones de euros".

En este sentido, han destacado a EFE fuentes de la Sgae, no se trata de una sentencia firme, por lo que van a "preparar el recurso de apelación" al tratarse de una "cuestión sub iudice".

Según la sentencia, el presente procedimiento "no es sino el colofón de una larga lista de demandas y contiendas judiciales entre las entidades demandantes y la Sgae, que en esencia pivotan sobre el reparto de los derechos por la difusión de obras protegidas en emisiones televisivas".

Se refiere el fallo al conocido caso llamado "rueda de las televisiones", un sistema al que Sgae puso fin en 2022 con un cambio en sus estatutos, y que permitió a un número reducido de socios embolsarse cuantiosos ingresos durante años (ahora ya limitados por la Ley de propiedad intelectual a un máximo del 20%) por emitir sus canciones en la franja nocturna en acuerdo con las editoras televisivas, que pactaban con ellos una cesión de derechos que también beneficiaba económicamente a las televisiones.