El espeleólogo francés, fallecido este jueves en el interior de una cavidad de Soba (Cantabria), era un "experimentado profesional" en este campo, junto a los dos compañeros que le acompañaban, y juntos habían cartografiado varias cuevas de la comunidad autónoma.

El fallecido, de 55 años y nacido en Langres (Francia), fue rescatado tras varias horas de trabajos del operativo de casi treinta personas de diversos grupos, que iniciaron su búsqueda después de que los dos compañeros que iban con él, salieran este jueves por la tarde de la cavidad y comunicaran que el hombre había sido aplastado por una piedra de grandes dimensiones.

Cavidad de Soba

La cavidad que exploraban estos espeleólogos franceses, que no está cartografiada, está situada en Portillo de La Sía y es compleja y muy estrecha, según han explicado a EFE varias fuentes que han participado en el rescate.

La cueva cuenta con dos pozos de 25 y 7 metros y meandros muy estrechos, así como una sala de 1,5 metros circular, donde se derribó el techo que cayó sobre el fallecido.

Casi de noche, los equipos de rescate iniciaron la búsqueda del hombre, sin conocer aún cómo estaba, pero al llegar a la zona donde se encontraba, situada a unos 25 minutos de la boca de la cueva, confirmaron que había fallecido.

Rescate del cuerpo

A partir de ese momento comenzaron las labores de rescate del cuerpo del espeleólogo, que ha podido ser extraído de la cavidad a las 7.00 de esta mañana de viernes por el operativo que ha estado trabajando en esta evacuación.

Miembros del Grupo de Rescate de Montaña (GREIM) de Potes custodiaron desde entonces el cadáver a la espera de que un helicóptero del Gobierno de Cantabria lo trasladara al aeropuerto, donde aterrizó para quedar bajo custodia de la Guardia Civil.

Compleja maniobra

Según ha informado el Gobierno regional, se ha tenido que llevar a cabo una "compleja maniobra" de rescate que ha incluido pequeñas voladuras para posibilitar el paso y trasladar el cuerpo en camilla hasta la salida. Además, ha detallado que el dispositivo ha tenido que superar pasos "muy angostos".

En el operativo, también han participado espeleólogos de Cruz Roja, técnicos de la Dirección General de Interior del Gobierno cántabro, guardias civiles y voluntarios de Protección Civil de Ramales de la Victoria, así como servicios médicos.

Desde el Gobierno de Cantabria se agradece la profesionalidad y el esfuerzo de todos los integrantes del operativo de rescate, debido a que ha sido de "extrema complejidad".