Dos personas han resultado muertas en un caserío del barrio de Olaberria de Irun, adonde se han desplazado varias unidades de la Ertzaintza a media mañana, tras recibir el aviso de que había dos personas fallecidas por arma de fuego. Según la información que ha podido obtener este periódico, se trataría de disparos realizados por escopetas de caza. Los fallecidos pertenecen a las familias Recalde Ábrego, de los caseríos Aranburu Zamora.

El vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, no ha descartado ninguna hipótesis en las primeras horas tras los hechos: "No se puede asegurar al cien por cien que sean muertes cruzadas. La procedencia del disparo en ambos casos está por confirmar. Podría ser cruzada o podríamos encontrarnos ante un asesinato y un suicidio. Todas las hipótesis están abiertas".

Por el momento no han trascendido las causas del suceso, aunque todo apunta a discrepancias en la gestión de distintos negocios y terrenos, que habían derivado en amenazas en las últimas semanas, que se han consumado este jueves.

Uno de los dos socios, uno entre seis hermanos, habría sido quien habría matado al otro, que contaba con el apoyo de los otros cinco hermanos en la gestión de los terrenos de los antiguos cebaderos de Matadero Montero. Ambas víctimas compartían un negocio de autocaravanas y de hecho, a lo largo de la mañana ha habido distintos autocaravanistas que han acudido a dejar sus vehículos a las proximidades del caserío Aranburu.

Las escenas que se han vivido han sido de sorpresa ante un suceso así y de tragedia, ya que varios familiares de los dos fallecidos han llegado hasta la zona, nada más saberse lo ocurrido. De hecho, han sido varios allegados quienes han dado la voz de alarma a los servicios de emergencias en torno a las 11:30 horas.

Hallazgo por parte de familiares

Hasta el lugar se han desplazado agentes de Protección Ciudadana y de reacción inmediata, Bizkor, donde han confirmado que ambos cadáveres "presentaban signos de violencia".

En el lugar trabajan distintas unidades de la Ertzaintza, con el objetivo de esclarecer lo ocurrido. El suceso ha tenido lugar en el citado barrio rural de Irun, a las faldas del parque natural Aiako Harria, donde se encuentran decenas de caseríos.