La búsqueda del marinero peruano desparecido en el naufragio del pesquero Vilaboa Uno sigue paralizada a la espera de una mejora de las condiciones del mar en la zona del hundimiento, a seis millas de la costa de Santander, donde se están registrando grandes olas y fuerte viento.

Según señalan fuentes del operativo a EFE, a primera hora de este miércoles la Salvamar Deneb de Salvamento Marítimo ha intentado ir a patrullar en la zona, pero se ha dado la vuelta por los 3 metros de mar fondo y el fuerte viento, que ha soplado durante el día con fuerza 6.

Tras regresar a la base, el helicóptero de Salvamento Marítimo Helimer 202, ha sobrevolado la zona, pero no se ha podido efectuar la búsqueda por superficie marítima.

La búsqueda por mar se suspendió este martes por la mañana por las condiciones adversas y Salvamento Marítimo está emitiendo avisos a los buques que transitan por la zona para que extremen la vigilancia en la zona del hundimiento.

Para mañana jueves, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha elevado a naranja (riesgo importante) el aviso por fenómenos costeros adversos por el viento y el fuerte oleaje.

Se espera mar combinado del noroeste de 5 a 6 metros y viento del noroeste de 50 a 61 kilómetros por hora (fuerza 7), subiendo a fuerza 8 por la tarde.

Sin embargo, el equipo de Salvamento intentará a primera hora de este jueves retomar la búsqueda marítima con medios similares a los que se han usado hasta ahora, según apuntan estas fuentes.

El Vilaboa Uno se hundió en la madrugada del lunes 3 de abril con diez tripulantes a bordo, de los cuales siete pudieron ser rescatados por embarcaciones que acudieron a la zona tras avisar el buque de que tenía una fuga de agua.

Las razones del naufragio, que se produjo en apenas media hora, son todavía una incógnita, ya que las condiciones del mar eran buenas en ese momento y el barco estaba parado para comenzar a faenar y, por lo tanto, sin carga.

Se recuperaron los cuerpos sin vida del patrón del barco, un marinero santanderino a punto de jubilarse y el de un tripulante ghanés.

El pecio fue localizado el domingo a 120 metros de profundidad por el robot ROV Comanche de Salvamento Marítimo, que se opera a través del buque Don Inda, con base en Ferrol y que tenía como objetivo identificar el barco y obtener información sobre el naufragio, ya que hay varias investigaciones abiertas.

Además, este vehículo buscaba poder acceder al interior del navío hundido, ya que se baraja la hipótesis de que el marinero peruano desaparecido se quedara atrapado en el interior.

La situación en la que se encuentra el barco dificulta las labores de rescate, ya que el equipo de submarinistas de la Guardia Civil no pudo acceder por estar muy profundo y hasta el momento solo este robot ha podido acceder al suelo marino, sin tener todavía noticias del tripulante.

Este robot concluyó el lunes el trabajo encargado por el Juzgado de Instrucción nº5 de Santander para obtener información del naufragio del pesquero, aunque permanece en la capital cántabra a la espera de poder tomar imágenes complementarias y preparado para sumergirse si lo requiere la jueza.