El Idiazabal es un producto cada vez más apreciado por los consumidores, tanto que las estanterías lucen vacias antes de finalizar cada campaña . “Nunca había habido tantas queserías sin queso”. Así de rotundo se mostró Félix Ajuria, quien además de ser el presidente del Consejo Regulador de la D.O Queso Idiazabal, es también pastor y quesero.
“La falta de stock es señal de que se está vendiendo bien, al contrario de lo que ocurrió en 2010, cuando tras la crisis de 2008, hubo un exceso de queso. En los últimos años, sin embargo, ha cambiado la tendencia y está habiendo más demanda que oferta. Todo empezó a raíz de la pandemia; cuando nos confinaron, desde el Consejo Regulador tuvimos la disyuntiva de si debíamos animarnos a producir más, o por el contrario era mejor contener la producción. Decidimos apostar por producir y acertamos de pleno, porque los consumidores respondieron muy bien”, dijo.
“A raíz de la pandemia ha habido un acelerón en el consumo de producto local y el reto es que se mantenga esta tendencia”
Una afirmación con la que estuvo de acuerdo el responsable de Producto Local de EROSKI Javier Bilbao quien añadió que “la pandemia supuso un acelerón en el consumo de producto local en general, y el reto es que se mantenga la tendencia”. La temporada de este año, que ha comenzado más tarde de lo habitual debido al retraso en la paridera, se encuentra en estos momentos a mitad de recorrido, con las ovejas produciendo leche.
Por tanto, los primeros quesos, que en el caso del Idiazabal requieren un mínimo de dos meses de maduración, están al llegar. “En verano es la época de cubrición de las ovejas y el de 2022 no ha sido muy bueno debido a la sequía. Hemos notado una disminución de fertilidad”, explicó el pastor de Gomiztegi Ekain Murua. En ese sentido, la coordinadora de Artzai Gazta, Belén Landa, manifestó que “aunque el apoyo de los consumidores cada vez es mayor, en el sector se aprecia incertidumbre debido al incremento de costes y a los efectos del cambio climático en los animales”.