Elaxar Lersundi cumplirá un año más el 19 de abril, pero la fecha marcada en rojo en su calendario es el 21 de abril. Ese día cogerá el coche para desplazarse de Ondarroa a Bilbao o a Donostia con el objetivo de hacerse “un autorregalo”: asistir al estreno en las salas de cine de 20.000 especies de abejas, el filme de Estibaliz Urresola que le ha valido el Oso de Plata a Sofía Otero. Y es que el padre de Ekai, el adolescente trans que se quitó la vida en 2018, siente el logro de la pequeña basauritarra como propio.

No en vano, la carta que escribió después de que su hijo se quitara la vida conmovió tanto a la cineasta alavesa que decidió poner toda su energía al servicio de esta realidad. “Que al menos sirva para allanar el camino a los que vengan por detrás”, deseaba Elaxar en la misiva. Y Urresola recogió el guante para visibilizar una situación que conocen mejor que nadie en Naizen. “Tener este altavoz está siendo maravilloso”, reconoce Bea Sever.

A la portavoz de la Asociación de Familias de Menores Transexuales de Navarra y Euskadi se le hace difícil esconder su alegría por todo lo que está pasando con el largometraje de Estibaliz Urresola. “Aunque esta película no cuenta ninguna historia concreta, refleja muy bien todas nuestras historias”, considera Sever, quien afirma que el filme servirá para que miles de personas se pongan en su lugar.

“Se cuentan muchas mentiras con la idea de que es un capricho, de alguien que así lo decide, y de que la familia empuja a los menores a ello. Nada más lejos de la realidad”, expone la portavoz, quien indica que tan solo con el tráiler ya están consiguiendo parte del efecto que buscan: que los niños y niñas trans tengan referentes. “El otro día una madre me dijo que lo había visto con su hija y que decía: ¡Ah, lo que yo he vivido! Y lo miraba con alegría”, explica Sever, quien afirma que desde la asociación están conociendo todos los pasos de la película a través de un WhatsApp en el que están Fernando e Itziar, los padres de la pequeña Sofía Otero.

En ese grupo está también el padre de Ekai, quien asegura que su hijo estaría “contentísimo” con todo lo que está ocurriendo con el filme que muestra la realidad que viven las familias con menores trans. “Siempre he dicho que una persona, aunque muera, si es recordada nunca muere del todo. Muchos pensaban que a raíz del suicidio de Ekai nos desvincularíamos de Naizen. Pero aquí seguimos y seguiremos”, afirma Elaxar Lersundi respecto a su lucha en la asociación, desde donde intenta poner su granito de arena.

“El otro día fui al instituto de Markina, estuve con chavales y chavalas de 15 años y, después de ponerles el corto Mi pequeño gran samurai –un documental que cuenta la historia de Ekai–, les di una charleta. Estas cosas me cargan las pilas”, confiesa Elaxar Lersundi, quien espera conocer en persona a la directora de 20.000 especies de abejas en el estreno de la película, cuya semilla se encuentra en frases como: “Espero que tú, Ekai, seas el último”. Ese fue el deseo de Elaxar en la carta que acumuló más de un millón de reacciones en Facebook dirigida a su hijo, que aunque era aceptado en el seno familiar y educativo, decidió quitarse la vida después de una larga lucha, mientras esperaba tratamiento hormonal.

Imaginario

La cineasta Estibaliz Urresola, ferviente defensora de que “el cine puede ser una herramienta transformadora de las miradas y ayudar a romper límites mentales”, se puso en contacto con Naizen en 2018 con el objetivo de recabar testimonios reales. Entrevistó a cerca de 20 familias con niñas de una edad similar a la protagonista de la película. Sin embargo, dos años después tuvo que realizar el mismo ejercicio, porque sentía que el propio imaginario de la sociedad había cambiado con respecto a la visión sobre los menores trans. “Necesitaba actualizar el punto de vista de los padres para asegurarme de que estaba haciendo algo que correspondía con el tiempo que estamos viviendo”, confesó la propia directora en una entrevista a este periódico.

Bea Sever corrobora ese avance que ha hecho que los tránsitos se den a edades más tempranas, aunque lo matiza: “Ahora quien más quien menos ha escuchado que esta realidad existe, el acompañamiento en ocasiones es más sencillo, aunque no siempre es así. Esta misma semana he atendido a una familia con un caso muy evidente y siguen pensando: Igual no. Por mucha información que haya, como es doloroso, no lo quieren ver. Hay veces que les pregunto: ¿Qué más necesitarías que pasara? Ahora, en general, es menor el tiempo que pasas escuchándolo hasta que te caes del guindo”.

La idea inicial de Estibaliz Urresola, cuenta Sever, era que la protagonista estuviera interpretada por una actriz de 6 años. “De repente se replanteó la posibilidad de cambiar la franja de edad, que tuviera 8 años en lugar de 6 y sugirió: ¿Y Sofía, que hizo tan bien aquella prueba?”, relata la portavoz de Naizen, quien indica que la pequeña basauritarra de (actualmente) 9 años se presentó para hacer un papel secundario al casting por el que pasaron más de 500 niñas. Sin embargo, la segunda prueba no dejó lugar a dudas: ella era la elegida.

Las primeras escenas de Sofía Otero en 20.000 especies de abejas se rodaron en presencia de Bea Sever. “Esti me pidió que estuviera porque no sabíamos si a Sofi le iba a mover mucho alguna de las escenas”, relata la portavoz de Naizen. Las dudas no tardaron en disiparse: “El primer día hubo una escena súper emotiva en la que tenía que llorar, diciendo: ¡No me llames Aitor! Todo el mundo, detrás de las cámaras, contuvo la lagrimilla.

En el momento en el que dijeron ¡Corten! ¡Es buena!, empezó a hacer el pino puente. Cambió de chip radicalmente. Distinguía perfectamente el personaje de la persona”, relata la portavoz de Naizen, quien agrega que la pequeña basauritarra no ha experimentado su propia vivencia como se refleja en la película: “El proceso de Sofía no tiene nada que ver con el de Lucía, la protagonista, sino que ha sido muy sencillo y no le ha producido ningún drama”. Su desenvoltura “innata” frente a las cámaras corroboró lo que Estibaliz ya había visto en el casting y, posteriormente, ha visto el jurado de la Berlinale que le ha otorgado el premio a la mejor intérprete.

Aunque la pequeña Sofía Otero y la película 20.000 especies de abejas tienen aún un largo recorrido en el que anotar muchas victorias –que desde Naizen se vivirán como propias–, la asociación continúa firme con sus caballos de batalla. Su representante recuerda que la ley trans, aún sin publicar en el BOE, no responde a muchas de sus demandas. “Ha traído muchísima violencia y ha influido en la vida de personas reales a nivel mediático. Los bulos y la agresividad han sido terribles”, afea la portavoz de Naizen, quien critica que a los menores de 12, ahora, no se les permitirá cambiar la mención de sexo en documentos oficiales como el DNI o el pasaporte.