Actualmente, en España, 800.000 personas sufren de Insuficiencia Cardíaca (en adelante IC), una patología cada vez más habitual a lo largo de todo el país y cuya visibilización lleva varios meses en el debate popular a través de campañas como la semana de la IC celebrada en mayo o el Congreso internacional de la ISHR (International Society for Heart Research) en junio.

A grandes rasgos, la IC es una cardiopatía donde el corazón no es capaz de bombear sangre en la medida necesaria y, por ello, la distribución de oxígeno y nutrientes resulta insuficiente en algunas zonas y órganos del cuerpo. Si bien se trata de una patología que afecta mayoritariamente a pacientes mayores de 65 años, el progresivo envejecimiento de la población española convierte la IC en uno de los principales problemas de salud cardíaca del país.

EL RIESGO

Y es que cada año más de 100.000 hospitalizaciones en España son causa directa de la IC, según datos del registro RECALCAR del 2021, una cifra que parece continuar avanzando de forma progresiva. Además, los reingresos a 30 días son habituales, y hasta un 15,5% de los afectados por IC acaba regresando al hospital a consecuencia de esta cardiopatía según el registro RECALMIN del 2021.

Los episodios de empeoramiento fruto de un mal cuidado de esta condición cardíaca son uno de los principales motivos de reingreso hospitalario y con cada episodio aumenta tanto el riesgo de reingreso como de muerte por IC. Una situación potencialmente evitable con la debida observación y tratamiento.

EL CUIDADO

Uno de los objetivos primordiales del Sistema Nacional de Salud (SNS) es retrasar el empeoramiento de los pacientes con IC después del alta, ya que esta previsión puede suponer la diferencia, tanto en el número de ingresos evitados, la calidad de vida de los pacientes y la mortalidad, como en la sostenibilidad de los recursos disponibles.

Costes para el SNS: los reingresos incrementa anualmente la inversión total en IC

Precisamente por ello, evitar la hospitalización por IC es una apuesta a corto y largo plazo que prevé mejorar el SNS. Y es que los reingresos hospitalarios incrementan anualmente el coste total de la IC de forma sustancial. En este sentido, el 65% del coste total de la IC está dedicado a tan solo un 15% de los pacientes, que en su gran mayoría han sido reingresados por un episodio de empeoramiento. Un porcentaje que, a nivel nacional, se traduce en una inversión de más de mil millones de euros al año.

Lograr redistribuir este gasto es uno de los principales objetivos del SNS, ya que permitiría a los hospitales reinvertir estos recursos entre otras patologías. Asimismo, otro de los grandes beneficios de reducir el número de pacientes que reingresan a consecuencia de una IC sería conseguir evitar aglomeraciones en los centros hospitalarios, con el fin de poder ofrecer una respuesta general mucho más eficiente.

El doctor Igor Sagasti Aboitiz.

"Hay que adquirir hábitos cardiosaludables”

Desde Prensa Ibérica, hablamos con el doctor Igor Sagasti Aboitiz para conocer un poco más en profundidad sobre la situación de la Insuficiencia Cardíaca en España.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de IC?

El corazón es el motor y la bomba que hace circular la sangre por todo nuestro cuerpo. Cuando este enferma por envejecimiento o no funciona bien por una malformación congénita, esta circulación de la sangre no se realiza de forma adecuada y genera los síntomas y signos que caracterizan a esta dolencia.

¿Cuáles son los síntomas?

El cansancio extremo al caminar o la falta de aire, la sensación de ahogo por las noches cuando estamos tumbados, pueden ser fruto de la acumulación de líquidos en nuestros pulmones. Ocasionalmente los enfermos tienen que sentarse al borde de la cama para respirar mejor o ponerse mas almohadas para buscar alivio. Es muy habitual que estos líquidos se acumulen también en otras áreas como los tobillos, piernas, abdomen o extremidades superiores generando hinchazón y aumento de volumen. La ganancia de peso inesperada y desproporcionada puede ser un signo de alarma, así como la reducción de la cantidad de orina diaria.

¿Cuáles son las causas?

El corazón y su red de circulación que son las arterias, tienden a envejecer y degenerar con el tiempo. Factores genéticos, ambientales, hábitos y factores de riesgo que asumimos en el día a día de nuestras vidas determinan la rapidez con la que se produce este deterioro progresivo. En la medida en que adquiramos hábitos cardiosaludables como una dieta mediterránea baja en grasas saturadas, reduzcamos nuestro consumo de azucares simples y practiquemos ejercicio físico, evitaremos la obesidad, diabetes, hipertensión y acumulo de grasas en nuestras arterias que son las que generan esta enfermedad.

¿Cuáles son las consecuencias de un mal cuidado?

La IC es una enfermedad progresiva que se caracteriza por el aumento secuencial de los síntomas, lo que conduce a hospitalizaciones repetidas, mala calidad de vida y una alta tasa de mortalidad. El deterioro progresivo de la salud y la calidad de vida del paciente se ve especialmente agravado por episodios de empeoramiento. Con cada episodio de reagudización, aumenta el riesgo de reingreso y muerte por IC potencialmente evitables.

Entonces, ¿existe tratamiento?

Las medidas higiénico-dietéticas son el pilar fundamental, la reducción del consumo de sal, el control de la ingesta de líquidos, evitar determinados fármacos de uso común como antiinflamatorios, la automedicación son problemas habituales. Por otra parte, disponemos de fármacos eficaces que ayudan a vivir más y mejor a estos pacientes. Incluso utilizamos dispositivos electrónicos como marcapasos, desfibriladores-resincronizadores, implantamos válvulas, corregimos defectos por cirugía o cateterismos.