Los incendios forestales continúan sin dar tregua en Galicia y seis, actualmente activos, arrasan ya cerca de 1.700 hectáreas y han obligado a interrumpir la circulación ferroviaria en la provincia de Ourense, la peor parada en esta nueva ola incendiaria.

En la actualidad, esa media docena de incendios continúa avanzando sin control en seis municipios orensanos, concretamente en Carballeda de Valdeorras, Chandrexa de Queixa y Laza, así como en tres núcleos de la comarca de O Carballiño, que son O Irixo, Carballiño (localidad) y Boborás. Entre todos ellos suman unas 1.700 hectáreas calcinadas.

El más grande en cuanto a dimensiones es el de Laza, en Camba: en el último balance de Medio Rural, la Xunta estima en 740 las hectáreas quemadas. A este incendio hay que sumar otras 200 hectáreas quemadas en Chandrexa de Queixa.

Estos dos incendios (Laza y Chandrexa) entraron en el Parque natural de O Invernadoiro, zona que ya ardió hace un mes, y por ahora va avanzando sin control.

Debido a su proximidad a pueblos, el Gobierno gallego decretó a primera hora de esta tarde la situación 2 por la proximidad de las llamas al núcleo de población de Taboazas. Pero esta ha quedado desactivada al desaparecer el riesgo.

Tal situación operativa de emergencia ya no está vigente en Laza, O Irixo, Boborás y O Carballiño.

En declaraciones a Efe, el alcalde de Laza, José Ramón Barreal, ha asegurado que el incendio "pinta mal", favorecido por la presencia del viento que ayudó en su propagación. Son declaraciones que ha hecho a la par que se iba encomendando a la lluvia de la tormenta reinante para facilitar su control.

Además, este primer edil ha apuntado a la "clara intencionalidad" del incendio, que se extendió en pocas horas ayudado por el viento y que tenía un frente kilométrico.

"El incendio está muy bien pensado, plantaron en puntos estratégicos. El primer foco empezó como un incendio en Chandrexa, a la hora y media ya había otro foco en Camba y después hubo varios más en la zona del río, y los focos no prenden por casualidad", ha explicado el regidor.

En Carballeda de Valdeorras, los vecinos han revivido sus peores pesadillas apenas un mes después del gran incendio que arrasó miles de hectáreas. Y lo han hecho al ver cómo un nuevo incendio ha devorado en las últimas horas 440 hectáreas y sin control. En el recuerdo, todavía está el gran incendio registrado hace unas semanas y que constituyó el segundo fuego más grande de la historia de Galicia: 10.500 hectáreas perdidas.

Aunque si la situación es complicada en estos tres municipios, otra zona que también preocupa es la comarca de O Carballiño, en la provincia de Ourense, con varios fuegos activos en los ayuntamientos de O Carballiño, Boborás y O Irixo, que obligó a la Xunta a solicitar la situación dos por la proximidad del fuego a varios núcleos.

Debido a la cercanía de los fuegos a las vías del ferrocarril, la circulación ferroviaria entre O Irixo y Lalín ha tenido que ser interrumpida en la tarde de este miércoles por la presencia de varios focos, que han afectado a los trenes que circulan entre Ourense y Santiago de Compostela. Uno de ellos âel que salía de Ourense a las 15:30 horasâ tuvo que ser suspendido.

Los alcaldes de O Irixo y Boborás han asegurado a Efe que varios focos fueron provocados por el paso del tren por estas localidades y otros intencionados. De hecho, la alcaldesa de Boborás, Patricia Torres, ha concretado la existencia de hasta cinco focos distintos por el paso del tren.

En la parte positiva, la Xunta de Galicia ha dado por controlados los dos incendios registrados en As Pontes, en La Coruña, que suman entre los dos 165 hectáreas. Asimismo, permanece estabilizado el incendio de Boiro, que arrasó 2.200 hectáreas y obligó a desalojar un campin.

El otro incendio importante, en Verín, continúa también bajo control tras quemar 600 hectáreas.