uidar de una persona dependiente exige una importante dedicación y esfuerzo e implica un gran desgaste físico y emocional. Las estancias temporales ofrecen a las familias o personas cuidadoras de personas mayores dependientes un tiempo para su descanso, recuperación o para hacer frente a una situación de necesidad. Ahora que se acerca el periodo estival y las vacaciones de verano aumenta la demanda de estos servicios de respiro.
A la hora de elegir este servicio, es importante conocer previamente la residencia de destino, sus características, servicios y personas de referencia, así como trasladar muy bien la realidad del familiar que requiere los cuidados al equipo profesional.
Igualmente importante resulta atender a la decisión y asimilación del ingreso de la persona mayor; para ello la comunicación es vital, con una exposición clara de la causa, siempre adaptándola a lo que la persona pueda entender, y siempre que sea posible visitar previamente con ella la residencia elegida. Esto junto con el acompañamiento, especialmente en los primeros momentos, puede ayudar mucho en la aceptación y posterior adaptación.
Las solicitudes de estancias temporales pueden realizarse de forma privada o a través de la Diputación Foral de Araba que ofrece ayudas para estas estancias y es la residencia la que proporciona toda la información necesaria.
De las estancias temporales se benefician tanto el cuidador como la persona dependiente.
En cuanto al cuidador, las estancias temporales o de respiro le proporcionan diversos beneficios. Así por ejemplo, le permite un tiempo para cuidar su salud (hacer ejercicio y despejar la mente, pasear por la naturaleza, relajarse, etc.), descansar (respetar las pausas de reposo y dormir lo suficiente), socializar (con familiares, amistades y asociaciones, manteniendo una red social de apoyo), y mantener las aficiones habituales, que en muchos casos son abandonadas a causa del cuidado.
En cuanto a la persona dependiente, las estancias temporales o de respiro en centros especializados proporcionan diversas ventajas. En primer lugar, en IMQ Igurco Araba se realiza una valoración geriátrica integral de todos los aspectos sociosanitarios que atañen a la persona mayor (área biomédica, área mental, área funcional y área social) y tras analizar los resultados, los distintos profesionales implicados diseñan un tratamiento y un plan de intervención.
Así, se mejoran las capacidades cognitivas, funcionales y sociales, se previene el deterioro físico, psíquico y/o funcional y se amplía la interacción con otros usuarios. Además, las estancias temporales permiten salir de la rutina y experimentar otras formas de vida, todo ello, con atención de enfermería especializada las 24 horas y con un servicio médico propio del centro.
Al finalizar la estancia, algunas residencias, como la de IMQ Igurco Araba, emiten un informe con las principales pautas a seguir para la continuidad de los cuidados en el hogar, para mantener al máximo las capacidades de la persona mayor e identificar factores de riesgo en su evolución.
A través de las estancias temporales el cuidador vuelve a coger energía y conoce un entorno desconocido que lo puede necesitar en un futuro.