- El 80,3% de las enfermeras y enfermeros han sufrido alguna agresión durante su vida profesional y casi la mitad de estos profesionales lo han sido hasta en cinco ocasiones, ya sea física (empujones, puñetazos...) o verbal (amenazas, insultos...).

Así lo refleja una macroencuesta difundida ayer por el Sindicato de Enfermería Satse, que consultó para su realización a 7.359 enfermeras y enfermeros de todo el país.

La radiografía sobre el problema de la violencia en este ámbito detalla que el mayor porcentaje de agresiones se ha registrado en los servicios de Urgencias y Emergencias, ya que hasta el 88,08% de quienes trabajan en esa área asistencial aseguran haber sido víctimas de una o más situaciones de violencia hacia su persona. Del porcentaje de personas agredidas, el 48,44% lo ha sido hasta en cinco ocasiones; el 25,21%, en una única ocasión; el 12,06%, entre 6 y 10 ocasiones y el 14,29% en más de diez ocasiones.

En el caso de los profesionales que se encuentran ahora en paro, pero que han trabajado meses atrás coincidiendo con la crisis sanitaria del covid-19, y que suelen ser los más jóvenes, el porcentaje aumenta hasta el 63,16% en el caso de los que han resultado víctimas de violencia hasta en cinco ocasiones.

En concreto, en los dos últimos años, marcados sanitariamente por la pandemia, han sufrido algún tipo de agresión el 67,30% de las enfermeras y enfermeros.

Un porcentaje que también se incrementa hasta el 89,47% en el caso de los profesionales ahora desempleados que fueron contratados de manera temporal para hacer frente a la grave crisis sanitaria.

Asimismo, los profesionales de Enfermería piensan que el ambiente laboral en los centros sanitarios y sociosanitarios, así como la relación con los pacientes, ha empeorado en los dos últimos años, y así lo manifiesta el 76 % de los consultados. Todos estos datos -según Satse- son “muy graves y alarmantes, que deberían hacer actuar a las administraciones de manera conjunta y eficaz”.