Este miércoles se cumplen tres meses de la desaparición de Esther López, cuyo cuerpo fue encontrado veinte días después en un paraje de Traspinedo (Valladolid). Los investigadores tienen prácticamente encajadas todas las piezas en el puzle del caso, pero aún quedan por rellenar los huecos que despejarán la principal incógnita.

Desde que la familia de Esther López, de 35 años, denunció su desaparición, los agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Valladolid, apoyados por los medios técnicos de las unidades centrales especializadas, mantienen abierta una investigación que, según han indicado a Efe fuentes próximas al caso, puede estar a punto de concluir.

Y puede ser clave para ello el resultado del análisis de las centenares de muestras que los investigadores han recogido en los últimos cuatro días en la vivienda de Óscar S., uno de los tres hombres investigados en la causa y una de las últimas personas que vio con vida a la víctima.

Pese a que la autoridad judicial ha declarado el secreto del sumario, sí han trascendido algunos detalles de las pesquisas, que se han centrado en Óscar y en otro amigo de la víctima, conocido como Carolo, porque fueron los últimos que la vieron.

También en calidad de investigado, en este caso por encubrimiento, se encuentra Ramón "El manitas", que permaneció seis días detenido en las dependencias de la Guardia Civil al autorizar la juez de Instrucción número 5 de Valladolid una ampliación del plazo de arresto.

UN ATROPELLO ¿ACCIDENTAL?

Todos los indicios, incluidos los informes forenses de la autopsia, apuntan a que la víctima murió tras ser atropellada. Pero, ¿lo fue accidentalmente?. De momento no hay una respuesta "oficial" a esta pregunta, debido también al secreto de las actuaciones.

La familia de Esther López la vio por última vez en la tarde del 12 de enero. Esa noche, según ha trascendido, salió con sus amigos y vio en un bar el partido de la Supercopa de fútbol entre el FC Barcelona y el Real Madrid.

Esther estuvo con Óscar, como él mismo ha declarado. Según su testimonio, llevó a la víctima hasta un cruce de la urbanización El Romeral, también en Traspinedo, precisamente a poca distancia de la cuneta en la que el 5 de febrero se encontró el cuerpo de Esther.

Una zona que se había rastreado varias veces desde que se denunció la desaparición de la mujer. Durante todo se tiempo se llevaron a cabo varias batidas, en la que participaron cientos de vecinos de la localidad y de otras limítrofes, y en la que la Guardia Civil desplegó todos los medios disponibles, desde drones hasta sus unidades más especializadas.

Precisamente, que no fuera encontrado el cuerpo en esas batidas ha puesto otro interrogante en la investigación. ¿Estaba allí desde su desaparición o alguien lo llevó después?. Es otro de los extremos que está investigando la Guardia Civil.

Los resultados de la autopsia revelaron que Esther López sufrió rotura de cadera y múltiples magulladuras que indicaban la posibilidad de haber sido arrastrada por un vehículo.

Fuentes consultadas por Efe no descartan que el coche que pudo arrollarla fuera alto y, por eso, le golpeara en la cadera, pero solo es una hipótesis más entre las que barajan los investigadores.

En el vehículo de Óscar, que la Guardia Civil ha estado analizando exhaustivamente, un Volkswagen T-Roc gris, los agentes encontraron ADN de la víctima, pero no ha resultado una prueba determinante.

Según las fuentes, el investigado pudo modificar algún elemento del vehículo después de la desaparición de Esther y lavar exhaustivamente el coche.

UN MÓVIL SIN HUELLAS

Otro de los "detalles" que se investigan es si alguien limpió le teléfono móvil de Esther, ya que ni siquiera han podido detectarse las huellas de su propietaria.

Lo que sí han descubierto los investigadores que en la madrugada del día 13 de enero el móvil de la víctima fue utilizado en la casa de Óscar.

Han sido los especialistas del Grupo de Apoyo Técnico Operativo (GAT) de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil los encargados de comprobar los movimientos de los teléfonos móviles de la víctima y de los sospechosos.

Unos especialistas que han intervenido en algunos complicados casos y contribuido a su resolución, como el de la desaparición y asesinato de la joven Diana Quer.

Las piezas del puzle se están, por tanto, colocando, en espera de los resultados del análisis de los indicios recogidos en los últimos días.

Mientras, la Policía Nacional indaga, por si pudiera constituir un delito, la aparición ayer por la mañana de carteles con la foto de Esther López en una agencia de viajes del principal investigado en Valladolid. Hechos que han sido denunciados.