- Isabel Pantoja negó ayer ante el juez haber cometido el delito de insolvencia punible del que se le acusa. Aseguró que, cuando se enteró de que había una deuda relacionada con su casa de Marbella con la constructora Codabe, estaba en prisión y “no tenía la cabeza para nada”.

Pantoja se enfrenta a una petición fiscal de tres años de prisión por el citado delito de insolvencia punible, y las acusaciones mantienen que la empresa de la que era administradora única Pantoja (Panriver) y otra firma (Codabe) actuaron en perjuicio de los derechos de créditos de una tercera sociedad y para ello “se concertaron para beneficiarse mutuamente”.

En su declaración, la tonadillera explicó que le dio un poder a su hermano (Agustín Pantoja) y que todo lo que ha hecho él por ella está bien: “Moriría por mí, es la única persona que tengo a mi lado”, enfatizó la artista rompiendo a llorar.

El juez precisó a Pantoja que no tenía por qué entrar en temas personales cuando relató que en las visitas que tenía en prisión no se hablaba de temas económicos, “solo nos abrazábamos y nos preguntábamos si estábamos bien”.

El juicio ha quedado visto para sentencia, y el fiscal mantiene la acusación contra la tonadillera al considerarla “cooperadora necesaria” de un delito de insolvencia punible. Asimismo acusa a un empresario del mismo delito pero en concepto de autor.

El fiscal concluyó que “poco puede decir de la declaración de los dos acusados”, porque ambos dicen “no saber nada, pese a ser administradores únicos de sus empresas”.

Pantoja abandonó la cárcel de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) en marzo de 2016, donde ingresó el 21 de noviembre de 2014 para cumplir una pena de dos años por blanqueo de capitales