- La formación pedagógica del profesorado universitario será obligatoria y se realizará en el primer año de la plaza de ayudante doctor, que es la figura de entrada a la carrera académica en la Universidad, según la propuesta anunciada ayer por el ministro Joan Subirats. A diferencia del resto de profesores de colegios e institutos, los universitarios son los únicos que comienzan a dar clase sin antes recibir una formación de cómo hacerlo.
Durante su primera comparecencia en el Congreso desde que asumió su cargo en diciembre pasado -tras la salida del anterior ministro de Universidades, Manuel Castells, por temas de salud-, Subirats ha expuesto cuáles serán las líneas estratégicas de su departamento, centradas en la futura Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU).
Durante su intervención inicial, antes de responder a las preguntas de los diputados, el ministro anuncio que el contenido y duración de la nueva formación para los profesores universitarios se establecerá con las unidades de formación e innovación docente de las Universidades, que serán las encargadas de impartirla.
“Nuestra intención es que la universidad deje de ser una excepción, en el sentido de que para empezar cualquier actividad educativa quien quiera ser maestro o profesor tiene que pasar por un curso de formación, y en la universidad no es así”, señaló Subirats.
Por eso, propone que sean alumnos de clases sobre docencia todos los profesores “en su primer año de universidad”; es decir, en el primero de los seis cursos académicos que requiere un ayudante doctor. Además de esta formación inicial, la nueva Ley dará un impulso a la formación continua para que el profesorado pueda actualizarse y reciclarse en las metodologías didácticas más idóneas en cada disciplina.
En definitiva, se trata de reforzar la capacitación docente del profesorado, que hoy depende del voluntarismo de cada profesional.
Igual que en anteriores ocasiones, Subirats explicó que la nueva reforma universitaria no parte de cero, gracias al trabajo realizado por el anterior equipo ministerial, pero sí desea dejar su sello personal en la LOSU, que se enviará a la Cámara Baja “antes de acabar este periodo de sesiones, o sea, antes del verano”.
Por último, advirtió de que la nueva ley “no puede entrar en un terreno muy de detalle, muy reglamentario, porque sería contradictorio desde el punto de vista del Sistema Universitarios”.