- El Gobierno Vasco y las diputaciones forales han iniciado los trabajos para analizar la creación de una tasa o impuesto sobre el vertido e incineración de residuos, según anunció la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, quien defendió la creación de este tipo de figuras impositivas de acuerdo al principio de que “quien contamina paga”.
Tapia compareció ayer ante la Comisión de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Parlamento Vasco para exponer ante los grupos de la Cámara el Plan de Prevención y Gestión de Residuos 2030, aprobado el pasado 2 de noviembre por el Gobierno Vasco.
E1 documento contempla una inversión de 97 millones de euros hasta 2030, y se fija como objetivo reconvertir un 85% de los residuos no peligrosos en recursos secundarios, así como reducir a menos del 15% los deshechos que van a vertederos. Además, el plan fija como meta reducir en un 30% los residuos que se generen en Euskadi en los próximos diez años.
La consejera subrayó que este plan es “ambicioso”, aunque también “realista”, dado que el plan anterior del Gobierno Vasco en materia de residuos fijaba unos objetivos que no se han alcanzado en su integridad.
En su intervención, Tapia reconoció que el “fatal derrumbe” del vertedero de Zaldibar, que se produjo el 6 de febrero de 2020 y en el que fallecieron dos personas, evidenció la necesidad de actuar “de forma diferente” a la hora de gestionar los residuos que se generan en la comunidad autónoma. La consejera explicó que su Departamento trabajará con las diputaciones forales -que son las administraciones competentes en materia fiscal- para poder establecer -tal y como se recoge en el plan- un impuesto al vertido y la incineración de residuos, así como a la extracción de áridos.
Tapia afirmó que es partidaria de que este tipo de impuestos tuvieran un carácter “finalista”, de forma que el dinero ingresado a través de su recaudación se pudiera destinar a medidas para fomentar la circularidad de los recursos y para minimizar los vertidos.
La consejera defendió el establecimiento de estas cargas impositivas, que enmarcó en el principio de “quien contamina, paga”. Además, afirmó que la creación de estas tasas o tributos “beneficia” a las empresas que sí están comprometidas con la reducción y reutilización de residuos. Asimismo, subrayó que, al margen de generar recursos que se pueden destinar a políticas medioambientales, el establecimiento de estas cargas tributarias contribuye a “concienciar” a la sociedad sobre la importancia de reducir los residuos.
Tapia reconoció que esta es una materia que se debe afrontar junto a las diputaciones forales. “No lo podemos hacer sin ellas; y ya estamos trabajando en ese sentido”, añadió. La consejera indicó que ya se ha realizado un “análisis” en torno a estos impuestos y que el Gobierno y las diputaciones ya están “trabajando” en este asunto.
Por otra parte, afirmó que está “segura” de que, tal y como se recoge en el plan, Euskadi podrá contar este año con una nueva planta de almacenamiento y tratamiento de tierras. Tapia rechazó ofrecer más detalles sobre la ubicación o las características de esta infraestructura, hasta que el proyecto esté “más maduro”. “No vaya a ser que lo cuente ahora y que se vaya al traste”, señaló.
Por parte de la oposición, Mikel Otero (EH Bildu) afirmó que este plan surge en un contexto de “emergencia”, dado que Euskadi está “con la soga al cuello” en materia de gestión de residuos, tras lo ocurrido en Zaldibar y a raíz del cierre de otros vertederos.
Además, puso en duda que los objetivos del plan se vayan a cumplir si las medidas que se recogen en el documento “no son vinculantes”. En todo caso, se mostró partidario de la creación de un canon o tasa por la generación de residuos.
“Beneficia a las empresas que sí están comprometidas con la reutilización de residuos”
Consejero de Desarrollo Económico