La ponencia parlamentaria para definir las bases del acuerdo sobre el futuro sistema educativo vasco se ha reunido para seguir trabajando en el dictamen del Pacto Educativo, tras las aportaciones de más de 90 profesionales del sector recogidas los pasados meses de noviembre y diciembre. Estas son las claves principales del documento.

¿Por qué una Ley?

Se necesita una ley para la educación vasca del siglo XXI. Por otro lado, una ley dota a todo el Sistema Educativo Vasco (SEV) del nivel legislativo necesario y para abrir, con mayor seguridad jurídica, un nuevo tiempo en el proceso de construcción de una comunidad educativa.

Convivencia y diversidad

Euskadi cuenta con una de las tasas más bajas de abandono escolar temprano de Europa (4,8%%), y una de las más altas tasas de alumnado con educación superior (59,6 %). Es una de las comunidades autónomas con una tasa de escolarización temprana más alta: el 92,3 % de los niños y niñas están escolarizados en aulas para dos años de edad, y el 99 % para tres años. Pero la convivencia es bastante más, es una cuestión transversal, que la escuela no puede abordar por sí sola. El reto requiere de la colaboración entre los centros y las administraciones públicas.

Servicio Vasco de Educación

En esa perspectiva asentada sobre los valores de la equidad y la convivencia, se crea el Servicio Vasco de Educación que sostendrá con recursos públicos a los centros, con independencia de su naturaleza jurídica, en la medida en que intervengan de manera activa en el esfuerzo por superar la segregación y la exclusión social. En este contexto, la escuela pública juega un papel esencial entre los agentes que prestan el servicio público de la educación.

Gratuidad al 100%

El Departamento de Educación determinará la oferta de plazas escolares, teniendo en cuenta la oferta de la totalidad de los centros. La planificación de matriculación y escolarización del alumnado, en centros con financiación pública, es el instrumento, en el respeto al derecho de las familias a la elección de centro. Se garantizará la gratuidad real eliminando las cuotas de escolarización. Las necesidades educativas básicas de los alumnos se financiarán al 100 % y se procurará una mayor ayuda a quienes se hallen en condiciones sociales más complejas.

Equidad y excelencia

La ley apostará por una escuela vasca inclusiva que desarrolle planes, programas y protocolos para la atención educativa al alumnado inmigrante, de coeducación y prevención de la violencia de género, de escolarización del alumnado gitano, de actividad del alumnado con altas capacidades intelectuales, de observancia de los derechos y deberes del alumnado, de actuación ante el acoso escolar y ante el ciberbullying, o de acompañamiento al alumnado trans o con comportamiento no normativo de género. Además para alcanzar la excelencia, los centros podrán construir proyectos compartidos e impulsar la organización de espacios de inteligencia colectiva.

Direcciones fuertes

Se apuesta por un modelo propio de dirección, lo que implica una formación integral y especializada en gestión y liderazgo, y un modelo de apoyo a las direcciones escolares, reduciendo las tareas burocráticas mediante el refuerzo del personal administrativo.

Por otra parte, esto requiere una formación especializada de alto rendimiento; recursos suficientes, tanto a nivel personal como colectivol; compensación económica y reconocimiento social en consonancia con tales responsabilidades y requerimientos.

Contrato-programa

Se trata de un instrumento jurídico, económico, financiero y de planificación con el cual el Departamento de Educación definirá y acordará con el centro correspondiente (o conjunto de centros), las líneas estratégicas establecidas en un plan, y detallará el presupuesto asignado, los recursos tecnológicos y personales que se asignarán al centro y los indicadores de gestión de los resultados de la evaluación.