- "¡Cómo no se la íbamos a poner! Si está protegido él, estamos todos protegidos". Karmele lo tiene hiperclaro. Como ella, algunos aitas se apresuraron a pedir la cita el martes por la tarde para poder tener a sus hijos e hijas vacunados. Y ayer mismo arrancaba la inmunización de los niños vascos de 9 a 11 años contra el coronavirus. Por la parte infantil, pocas dudas y ninguna queja. "El pinchazo ha sido como un pellizquito, solo un segundo". comentó Martina, de solo nueve años.
"Con la vacuna se acabó el estar siempre en vilo, estar permanentemente de cuarentena y tenerles sin poder hacer nada", afirmó Iñigo. "Algunos hemos tenido que hacer virguerías para afrontar el confinamiento de nuestros hijos en casa, ya que no hemos podido teletrabajar ni coger la baja y hemos tenido que tirar de vacaciones para cuidarles", protestaba.
Las aitas y amas más diligentes no han perdido ni un segundo para inmunizar a los pequeños de la casa. Osakidetza había adjudicado al mediodía del miércoles ya más de 22.000 citas de vacunación. Salud pretende vacunar lo antes posible a los menores comprendidos en este tramo de edad, para poder continuar con los niños más pequeños. De hecho, solo en la jornada de ayer tenía previsto inocular 2.475 dosis.
Euskadi ha recibido ya 60.000 vacunas pediátricas de Pfizer -que es la única vacuna pediátrica autorizada de momento por la Agencia Europea del Medicamento y se trata de un preparado diferente al que se administra a la población adulta, ya que la dosis es menor- de las más de 1,3 millones que llegaron este lunes a España para administrarlas a niños de entre 5 y 11 años, una población que en la CAV ronda los 145.000 menores.
La vacunación se hará de manera progresiva, en función de la disponibilidad de dosis y se irá bajando de edad hasta llegar a la población de cinco años.
Al respecto, el Departamento de Salud recuerda que está disponible la posibilidad de coger cita. La vía preferente será a través de la página web de Osakidetza. De esta manera se quieren dejar libres las líneas telefónicas para la atención sanitaria. Pero en caso de tener algún problema para coger cita mediante esta vía, se podrá llamar al centro de salud, donde una vez pulsada la tecla 1, se asignará día y hora para la vacunación. Hasta el momento se han ofrecido más de 22.000 citas a este colectivo.
Osakidetza remarca que la vacuna infantil es segura y eficaz y hace un llamamiento a las familias para que vacunen a sus hijos.
La vacunación se llevará a cabo en los centros de salud y en puntos de vacunación intermedios, por lo que no se inoculará en los centros escolares. El hecho de que sea extraescolar, asegura el acompañamiento del progenitor y, con ello, el consentimiento. Además la vacunación infantil es un tema peliagudo que crea cierta polémica entre las familias que están de acuerdo y las que tienen más reticencias al respecto, por lo que "es mejor que se encarguen los ambulatorios", según la Federación de AMPAS.
No se muestra tan favorable el Sindicato de Enfermería, SATSE, que cree que todo el trabajo de inmunización recae sobre una ya sobrecargada Atención Primaria.
Los primeros en ser inoculados están siendo los niños y niñas de once, diez y nueve años, y progresivamente, en función de la disponibilidad de dosis, se irá bajando hasta llegar a la población de cinco años. En total, se estima vacunar a casi 150.000 menores en la CAV y, de momento, no recibirán el pinchazo aquellos que, o bien tengan una infección activa o hayan pasado covid en los últimos meses. Una vez asignada la cita, ya se detalla el punto de vacunación y la fecha en la que se recibirá la segunda dosis, que será ocho semanas después.
Aunque los niños se han librado en gran medida de lo peor del covid-19 (las hospitalizaciones y las muertes aún son raras), es necesario vacunarles. Entre los más pequeños, la enfermedad cursa de modo leve o generalmente asintómatica, pero la alta tasa de mutación del SARS-CoV-2 no asegura que esta "benignidad" se mantenga. Y con el antídoto pediátrico de Pfizer, los beneficios de vacunarles superan a los riesgos.
Erlantz tiene 11 años y estudia en La Pureza. Él solo tomó la decisión de vacunarse. "Lo ha hecho por mí. Soy paciente de hematología y soy de riesgo y ha tenido claro que debía vacunarse", dice Ana.
Acudieron desde Zorroza porque Amaia quería vacunar a su pequeña, de 11 años, estudiante de 6º en el colegio Alazne, de Cruces. Y eso que Haizea solo recibirá una dosis ya que contrajo covid en agosto.
La más pequeña del grupo, de 9 años, estudiante de Begoñazpi Ikastola, confiesa que ha sentido "como un pellizquito". Su ama Tamara pide liberalizar las patentes de las vacunas.